Tag Archives: Borges

Club de lectura de Libro vuela libre: El inmortal, de Borges

23 Dic

El inmortal, de Borges, ha sido la obra elegida para estrenar una nueva sección del club de lectura en Valencia de Libro vuela libre: En la cornisa, que, a partir de ahora, coordinará el escritor, periodista y crítico literario Jimmy Entraigües.

Jimmy Entraigües estrena con El inmortal, de Borges una nueva sección en el club de lectura en Valencia de Libro vuela libre

Los seguidores del taller de escritura creativa y de las comunidades de escritores de Libro vuela libre seguro que disfrutarán también de este primer artículo dedicado a El inmortal de Borges, que antecede a todos los que irán poblando de grandes obras y agudas reflexiones nuestra nueva cornisa literaria. El deleite está garantizado porque el estreno de esta sección de nuestro club de lectura promete, ya que está protagonizada por Borges, por uno de sus más brillantes relatos y por un excelente autor y analista hispanoargentino, Jimmy Entraigües, que ama y conoce el universo borgeano a partes iguales.

EN LA CORNISA, de Jimmy Entraigües

Breve acercamiento a El inmortal, de Borges, para el club de lectura y las comunidades literarias de LIBRO VUELA LIBRE

Dentro de ese maravilloso libro de cuentos titulado ‘El Aleph’ (1949), de Jorge Luis Borges, nos encontramos con un primer relato llamado ‘El inmortal’. De él su autor nos indica, en el epílogo del libro, que se trata de “un bosquejo de una ética para inmortales” y que su tema “es el efecto que la inmortalidad causaría en los hombres”. Así de fácil, y así de complejo (en apenas dos breves pinceladas), define Borges uno de sus cuentos más elaborados y estudiados. Resulta interesante comprobar el ordenamiento que Borges da a ‘El Aleph’ ya que se inicia sobre una de sus pasiones filosóficas para concluirla con el hallazgo de una piedra circular que contiene “todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos” como espacio infinito. Sin duda sabía muy bien cómo tomar la mano del lector para arrastrarlo por un paseo donde tienen cabida todos los tiempos, todos los espacios y todos los mundos.

Que yo recuerde, mis trabajos empezaron en un jardín de Tebas Hekatómpylos, cuando Diocleciano era emperador. Yo había militado (sin gloria) en las recientes guerras egipcias, yo era tribuno de una legión que estuvo acuartelada en Berenice, frente al Mar Rojo: la fiebre y la magia consumieron a muchos hombres que codiciaban magnánimos el acero. Los mauritanos fueron vencidos; la tierra que antes ocuparon las ciudades rebeldes fue dedicada eternamente a los dioses plutónicos; Alejandría, debelada, imploró en vano la misericordia del César; antes de un año las legiones reportaron el triunfo, pero yo logré apenas divisar el rostro de Marte. Esa privación me dolió y fue tal vez la causa de que yo me arrojara a descubrir, por temerosos y difusos desiertos, la secreta Ciudad de los Inmortales”.

La historia, según el cuento, es la traducción de un viejo manuscrito escrito en inglés, que “abunda” en latinismos y que se encuentra al final de la ‘Iliada’ de Pope. El manuscrito es comprado por la princesa Lucinge al anticuario Joseph Cartaphilus, personaje que posteriormente fallece en el mar.

El verdadero núcleo de la historia, ya atrapados por el interés del manuscrito, se inicia cuando un hombre (Marco Flaminio Rufo), tribuno del emperador Diocleciano, toma la iniciativa de buscar la Ciudad de los Inmortales gracias a la información ofrecida por un jinete procedente de oriente.

El viaje emprendido por el tribuno permite a Borges ahondar en su fascinación por el Lejano Oriente (son muchos los cuentos que contienen este enamoramiento) al tiempo que juega con la idea, subliminal, de que nosotros mismos (como cautivados lectores) somos el ‘lejano oriente’ del Lejano Oriente (otra idea muy borgiana). Todo ello es una muestra ‘simbólica’ de metas inalcanzables y horizontes difíciles a los que arribar que deja ver la irónica burla que el autor deja caer sobre el lector y la humanidad. De alguna forma, y casi tomando a su admirado Schopenhauer como referencia (“Desear la inmortalidad, es desear la perpetuación de un gran error”), Borges nos hace avanzar por el recorrido de esa afirmación hasta hacernos caer, si somos bueno lectores, en la advertencia de Francis Bacon que precede al relato: “Solomon saith: There is no new thing upon the earth. So that as Plato had an imagination, that all knowledge was but remembrance; so Solomon given his sentence, that all novelty is but oblivion”.

                  Francis Bacon, Essays, lviii

Marco Flaminio Rufo emprende confiado la búsqueda de la ciudad (también la ciudad es otra meta como lo pueden ser los ideales, los principios morales, éticos, filosóficos…), para encontrarse con un saber y un conocimiento total y absoluto. Otra nueva ironía borginana nos sale al paso al pensar que ir en busca de un conocimiento superior nos hace más sabios dejando constancia de que todo lo sabido no era suficiente y de si ese nuevo saber nos dará, realmente, mayor conocimiento o nos hará más ignorantes que antes de emprender la búsqueda o…, lo que es mucho más terrible, se nos ha enseñado tanto a perseguir nuestros sueños a través de las estrategias impuestas por otros (sí, como un bestial adelanto del pensamiento posmoderno) que nuestro gregarismo es bochornoso.  Bajo el mando de doscientos soldados y varios mercenarios, Marco Flaminio Rufo emprende el camino hacia la Ciudad de los Inmortales. Muy pronto casi todos los soldados y mercenarios traicionan al tribuno y éste llega hasta el país de los trogloditas con pocos hombres. Los trogloditas (que ‘carecen del comercio de la palabra’) son primitivos y simples; a lo largo del recorrido varios de sus hombres se amotinan y Rufo crucifica a uno de los sediciosos, lo que habilita la venganza de varios de sus compañeros de viaje. 

Proseguimos la marcha, pues hubiera sido una afrenta retroceder. Algunos temerarios durmieron con la cara expuesta a la luna; la fiebre los ardió; en el agua depravada de las cisternas otros bebieron la locura y la muerte. Entonces comenzaron las deserciones; muy poco después, los motines. Para reprimirlos, no vacilé ante el ejercicio de la severidad. Procedí rectamente, pero un centurión me advirtió que los sediciosos (ávidos de vengar la crucifixión de uno de ellos) maquinaban mi muerte. Huí del campamento con los pocos soldados que me eran fieles. En el desierto los perdí, entre los remolinos de arena y la vasta noche. Una flecha cretense me laceró. Varios días erré sin encontrar agua, o un solo enorme día multiplicado por el sol, por la sed y por el temor de la sed. Dejé el camino al arbitrio de mi caballo. En el alba, la lejanía se erizó de pirámides y de torres. Insoportablemente soñé con un exiguo y nítido laberinto: en el centro había un cántaro; mis manos casi lo tocaban, mis ojos lo veían, pero tan intrincadas y perplejas eran las curvas que yo sabía que iba a morir antes de alcanzarlo”.

La Ciudad de los Inmortales se encuentra en territorio de trogloditas  y allí llega Marco Flaminio Rufo para descubrir que el caos domina la ciudad. Incluso antes de penetrar en ella se percata de que debe atravesar un laberinto, dividido en nueve pasillos que conducen a cámaras idénticas que conducen a otros nueve pasillos. El orden no existe. Hay corredores y pasillos que no van a ningún sitio, las ventanas no ofrecen paisajes posibles, las escaleras se sitúan al revés, toda la arquitectura es delirante y opresiva. La visión es como enfrentarse a una obra de Escher o los interiores dibujados por Piranesi de escaleras, cámaras y bóvedas (obras que Borges admiraba profundamente).

El tribuno ha perdido la noción del tiempo y el espacio y su desasosiego aumentan al tratar de encontrar una salida de la laberíntica ciudad. Para su sorpresa un troglodita le espera al encontrar un escape y Marco Flaminio Rufo emprende la tarea de enseñarle a hablar (una de las expresiones del conocimiento) y le adjudica un nombre, Argos. Los esfuerzos, pese al pésimo trato que da a su compañero, logran el objetivo: Argos habla. Lo que dice da sentido al cíclico error de la eternidad: es el autor de ‘La odisea’. Aquí vuelve a tomar carta de valor Schopenhauer, quien plantea en sus obras, retomando el pensamiento budista, que la vida, a modo de sueño, es una ilusión (maya) que repetimos en cualquier punto, en cualquier geografía, en cualquier tiempo, en cualquier espacio… El pueblo troglodita, tras una lluvia, sale de su estado de silencio y el razonamiento lógico les lleva a abandonar la ciudad en busca del río que quita la inmortalidad. Marco Flaminio Rufo transmuta su nombre (otro juego borgiano: la transmutación) y, en busca de aguas que le resten el vacío de la inmortalidad, dedica su tiempo al juego del ajedrez, a escribir los viajes de Simbad, a participar en guerras que luego olvida y…, a narrar los acontecimientos de su historia.

Marco Flaminio Rufo, cual Homero, hace eco de su trayectoria vital a sabiendas de que los viajes de Ulises serán contados, escritos y narrados por otros, de que todo se repite y de que todos los hombres, como pequeños dioses (muy cercano al concepto de Spinoza) son parte de una misma unidad que forma un todo y de que todo ideal, toda búsqueda es repetitiva (no hay nada nuevo bajo el sol) sin llegar a comprenderse hasta convertirse en un simbolismo eterno, casi inmortal. Como cierre a la historia, Borges nos advierte: “Palabras, palabras desplazadas y mutiladas, palabras de otros, fue la pobre limosna que le dejaron las horas y los siglos”.

Anuncio publicitario

DANIELE TOMMASINI, EL SEDUCTOR DE SUEÑOS. Tertulias literarias en Valencia

10 Jun

EL SEDUCTOR DE SUEÑOS I

«He escuchado todas las lenguas del Continente, he olido todas sus temporadas, he visitado todas sus estaciones. Cada vez me paro unos minutos y luego parto: otro pedazo de mundo me espera, con un vestido nuevo, con una sonrisa nueva o un nuevo desafío, con un nuevo cuento».
Daniele Tommasini, El seductor de sueños

Nos gustan las voces distintas, las miradas originales y, por eso, en nuestra última tertulia literaria en Valencia hemos disfrutado con el universo literario de El seductor de sueños. Daniele Tommasini,  XIII Premio de Narrativa Ciudad de Algeciras, ha visitado las cadenas de lectura y escritura creativa de «Libro, vuela libre» y ha sido el luminoso preludio de los encuentros de nuestro taller de escritura de verano.

Las razones de Tommasini para hermanarse con la literatura y regalarnos su seductor de sueños  son muy afortunadas. El autor, que empezó a aprender español con Borges y con Lorca, lee y escribe porque no puede evitarlo. Según sus palabras no lo hace por diversión, sino por alquimia: «Lo maravilloso del plomo es que puede convertirse en otra cosa, por ejemplo en oro, igual que las palabras pueden crear mundos». Daniele Tommasini también define como alquímico su proceso creativo, pues «Emerge del caos y se cuece lentamente».

El seductor de sueños es una novela en la que se reelaboran en clave posmoderna algunos grandes mitos del amor, como el de Don Juan Tenorio. Según el autor muchas de las obras clásicas sobre esos temas estaban escritas para el teatro, y esa es una de las razones por las que este libro también se puede leer como una obra teatral o un guión cinematográfico, sin dejar de tener la forma de una novela. Sin embargo, hay una razón más profunda para todo ello, que Daniele Tommasini prefiere no desvelar antes de su lectura, y que podrá descubrir quien lea la obra entera. En el corazón de El seductor de sueños coexisten además tres partes, muy distintas entre ellas, pero que se complementan formando un todo contradictorio y coherente al mismo tiempo.

Así, en la primera parte, que forma un cuento indivisible, también aparecen poemas, que dentro de la ficción son letras de canciones. La segunda parte de la novela, que es muy corta, contiene algunos pequeños cuentos que pueden tener sentido por sí solos, además de tener una relación sutil con la historia principal. He aquí, por ejemplo, el primero de ellos:

«He visto el Sol estival levantarse de las aguas del Mediterráneo, he sentido su aliento seguirme haciéndose más cálido y cercano mientras yo corría hacia el occidente, he recibido su caluroso abrazo del cielo raso del mediodía, he ido detrás de él cuando se ha adelantado y ha echado a huir, y he correspondido con un silbido al saludo coloreado que me ha brindado al acostarse en su lecho Atlántico. He encontrado la Nieve: mimaba mi dorso, acariciaba mis costados, se extendía como una alfombra en mi camino; he vuelto a encontrarla más al Norte: gritaba con saña, me desafiaba con cuchillas de hielo, pero no me he dejado detener. He visto el día ciego y la noche absoluta en las nieblas de las llanuras centrales, pero no he reducido la velocidad ni he perdido el camino. He escuchado todas las lenguas del Continente, he olido todas sus temporadas, he visitado todas sus estaciones. Cada vez me paro unos minutos y luego parto: otro pedazo de mundo me espera, con un vestido nuevo, con una sonrisa nueva o un nuevo desafío, con un nuevo cuento.»
Así habló el Tren, con un billete de orgullo y un suplemento de melancolía; luego saludó y se puso en marcha lentamente.
La Estación no se movió, pero le gritó: «¿Volverás?»
Y el Tren contestó: «Tengo un billete de ida y vuelta.»
Ya iba lejos y veloz, mientras pensaba qué bueno sería descarrilar de los raíles y del horario ferroviario.
Daniele Tommasini, El seductor de sueños

Y la tercera y última parte de la novela, de naturaleza completamente distinta y si cabe aún más sugerente, comienza de este modo tan atractivo y misterioso: «El alba: la luz asalta las tinieblas, pero Sevilla aún no se ha despertado de su sueño de ciudad inocente, como si no fuera el lugar del crimen…».

Taller de escritura

Fotografías: Roberto Fariña

El autor que revolucionó nuestra última tertulia literaria en Valencia con el sueño secreto de su seductor de fin de milenio y que, afortunadamente, volverá a formar parte de los foros de nuestros talleres de escritura de verano, nos presentó también la versión española de su libro Mil y una voces, y nos confesó los motivos por los que eligió a Borges y a Lorca para cruzar el puente de su lengua materna al castellano: «Borges me resultaba fácil de leer, y creo que eso se debe a tres razones: usa un lenguaje culto, que se parece más al italiano, de manera que casi no necesitaba consultar el diccionario; los contenidos juegan con la matemática y la lógica, disciplinas que amo y que forman la base de mis estudios científicos; y la calidad literaria es excelsa, eso es lo que me pierde y me hace olvidar toda dificultad. En cuanto a Federico, no puedo ni describir la emoción que me produjeron sus obras, sobre todo Bodas de sangre. Me siento un privilegiado por haber sido iniciado en el idioma castellano por maestros tan maravillosos».

Para nuestro club de escritores en Valencia ha sido una alegría ser cómplice de las ideas que han visitado a Daniele Tommasini con insistencia y que, por creativas y luminosas, han acabado apoderándose de él y de los lectores de su seductor de sueños. No os perdáis ahora la oportunidad de ser conquistados por su última edición en Amazon.

NOTA BIOGRÁFICA DE DANIELE TOMMASINI Y ACCESO A «EL SEDUCTOR DE SUEÑOS» EN AMAZON:  Seguir leyendo

INFLUENCIAS LITERARIAS: LA ESCRITURA MAGNÉTICA DE MARCEL SCHWOB

18 Mar


Schwob Marcel

INFLUENCIAS LITERARIAS: LA ESCRITURA MAGNÉTICA DE MARCEL SCHWOB

   Pensad en algún escritor del que seáis devotos, seguramente habrá admirado a su vez a Marcel Schwob. Imaginad la vida o la literatura como un río interminable de influencias, de gotas de agua que se cruzan e intercambian una parte de sí: ahí también podéis encontrar a Marcel Schwob. La magnética gota que habitaba en la memoria y la imaginación de este peculiar escritor francés bebió y dio de beber sin ningún atisbo de mezquindad.

   André Mayer, que así se llamaba en realidad Schwob, se entregó primero, generosamente, a la fascinación que despertó en él, desde muy jovencito, Robert Louis Stevenson. La conmoción que le había causado este escritor con La Isla del Tesoro y después con el resto de su obra le hizo emprender incluso un accidentado viaje al Pacífico Sur que casi le cuesta la vida, y cuya finalidad era visitar la tumba de su admirado  Stevenson en las Islas Samoa.

   Podemos visualizar a Marcel Schwob como un sujeto sensible a la conmoción, pues no cabe duda de que la lectura de las obras de Robert Louis Stevenson impactaron en él hasta el punto de impulsarle a hacer ese viaje transformador a las Islas Samoa; y, también, como un receptor de influencias, pues en algunos de sus cuentos, de gran originalidad temática y estilística, se advierten poderosos influjos como los de Poe. Pero Schwob conmocionó a la vez que fue conmocionado, y desde luego influyó hondamente en muchos autores, ya fueran contemporáneos suyos o posteriores a su tiempo. El escritor, poeta, ensayista y filósofo Paul Válery, por ejemplo, le dedicó The Sphynx; y Oscar Wilde, con quien entabló amistad y coincidió durante su estancia en París, hizo lo mismo con Introduction to the Method of Da Vinci.

   La personalísima gota de agua de Marcel Schwob rozó el alma de Apollynaire y conseguió que le llamara»el padre de una poesía distinta»; Borges se inspiró en sus Vidas imaginarias -en las que crea una interesante mezcla de ficción y autobiografía–  para escribir Historia universal de la infamia; y algunos retazos de la  influencia de Schwob, un escritor siempre singular, también son visibles en las obras de Roberto Bolaño, Pierre Michon, Sophie Calle, Perec, Antonio Tabucchi, William Faulkner y Álvaro Cunqueiro. Gota a gota, el rico bagaje cultural y la mirada de este magnético autor que homenajeamos fueron tejiendo una red amplia y misteriosa; roce a roce,  todos los autores que amó y que le amaron fueron creando un insólito mar de influencias…

   Me temo que esta vez vamos acabar también atrapados en una paradoja: siempre original y siempre él mismo, Schwob ha visitado de nuevo nuestro taller de escritura creativa en Valencia para, extrañamente, recordarnos que somos lo que leemos, que nos influye lo que admiramos y que, en este sentido, ningún escritor, tampoco él, puede escapar ni liberar a otros de las influencias literarias.

Schwob MarcelHOMENAJES A LA LITERATURA DE MARCEL SCHWOB: LA MÁQUINA PARLANTE

EN EL PRIN-CI-PIO ERA EL VER-BO
aulló la máquina.
-Eso es mentira  -dijo el hombre-. Es la mentira de los libros que llaman sagrados. He estudiado durante años y años, he abierto gargantas en las salas de disección, he oído voces, gritos, llantos, sollozos y sermones, los he medido metódicamente, los he sacado de mí mismo y de los demás, he roto mi propia voz en el esfuerzo y he vivido tanto con mi máquina que hablo sin matices, como ella, pues el matiz pertenece al alma y la he perdido. Esta es la verdad y la palabra nueva -gritó con plena potencia de su voz, pero la frase resonó como un ronco murmullo-. La máquina va a decir:

Seguir leyendo

Taller de escritura creativa en Valencia. LAS LUNAS DE BORGES I

11 Jun

Las lunas de Borges I - copiaTALLERES PRESENCIALES DE ESCRITURA CREATIVA EN VALENCIAAdscritos a la iniciativa LIBRO, VUELA LIBRE y a su LIBERACIÓN DE TALENTOS


BorgesTRIBUTO LUNAR:

 

LA LUNA

Cuenta la historia que en aquel pasado
tiempo en que sucedieron tantas cosas
reales, imaginarias y dudosas,
un hombre concibió el desmesurado
proyecto de cifrar el universo
en un libro y con ímpetu infinito
erigió el alto y arduo manuscrito
y limó y declamó el último verso.
Gracias iba a rendir a la fortuna
cuando al alzar los ojos vio un bruñido
disco en el aire y comprendió, aturdido,
que se había olvidado de la luna.
La historia que he narrado aunque fingida,
bien puede figurar el maleficio
de cuantos ejercemos el oficio
de cambiar en palabras nuestra vida.
Siempre se pierde lo esencial. Es una
ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen                                                                                                   de mi largo comercio con la luna.

[…]

                                                           Jorge Luis Borges, de El Hacedor

Le_voyage_dans_la_lune_(Georges_Melies,_1902)

(continúa…)

DESAFÍO LUNAR DE FEBREROTALLERES DE ESCRITURA EN VALENCIALUNA LLENA DE DICIEMBRELuna de noviembreLunaTalleres literarios en Valencia. auroraluna.wordpress.com

Talleres anuales adscritos a la iniciativa LIBRO VUELA LIBRE y a su LIBERACIÓN DE TALENTOS:

DESAFÍOS LUNARES EN TWITTERDesafíos lunares en Twitter y Facebook

Seguir leyendo

A %d blogueros les gusta esto: