Uno de los personajes pícaros más universales, Moll Flanders, protagonizará los próximos tributos de los cursos y talleres de escritura de LIBRO VUELA LIBRE en Valencia al padre de la novela anglosajona moderna, Daniel Defoe,
El genial narrador Daniel Defoe, célebre en todo el mundo por su novela Robinson Crusoe, que ha sido reconocida como la primera novela moderna en habla inglesa, nos regala con esta otra obra también muy valorada por lectores de todo el mundo, Las aventuras amorosas de Moll Flanders, la descarnada y pecaminosa historia de una mujer que hace uso de sus múltiples encantos para ascender socialmente.
Compartimos las tres primeras puertas de entrada de este nuevo tributo a Daniel Defoe que inspirará las actividades de la clave D-21 y una nueva recomendación de nuestro club de lectura en Valencia Libros de Papel.
Personajes de la novela anglosajona moderna: Moll Flanders
Personajes pícaros en la novela anglosajona moderna. Daniel Defoe, fragmento 1 de Las aventuras amorosas de Moll Flanders:
«Pude advertir que iba con prisas, y como yo no tenía ningún deseo de hablar con ella, la dejé marchar y me llevé el lío a la casa de mi gobernanta. El bulto no contenía dinero, joyas o platería, pero sí un buen vestido de damasco, una bata y unas enaguas, u una buena cantidad de encaje de Flandes, así como ropa blanca y otras cosas de no desdeñable valor.
Aquella artimaña no era de mi invención, me fue enseñada por una mujer que la había practicado con bastante éxito, y que a mi gobernanta le parecía un subterfugio excelente.»
Tributos en curso del club de lectura y el taller de escritura de LIBRO VUELA LIBRE en Valencia. Daniel Defoe. fragmento 2 de Las aventuras amorosas de Moll Flanders:
«Insistió mi esposo en que le refiriese de qué asunto se trataba, y yo dije de nuevo que no sabía cómo empezar a decírselo, pues mientras yo sola estuve enterada, era yo la única que me sentía desgraciada, pero que si ahora él también se hallaba al corriente, seríamos ambos los que sufriríamos. Por lo tanto, había creído que lo mejor era que no supiese nada de ello, y mantuviese para mí sola el secreto, cuya carga consideraba yo que sería tarde o temprano la causa de mi destrucción.» Seguir leyendo