El escritor ha de ser también un buen músico… El ritmo, entendido como música verbal, es un elemento clave de la buena escritura. Los buenos escritores saben jugar con la longitud de las frases y la situación de las palabras dentro de ellas, con la repetición alternada de elementos similares; saben jugar a la variación, captar la atención de sus lectores. Mediante una acertada alquimia de la musicalidad, logran hacer sus textos más atractivos, convincentes e imprevisibles.
Nuestro taller de escritura creativa en Valencia conoce el poder de esta herramienta de ritmo y ha creado una sección para recoger los puntos de vista, el análisis y los secretos de los grandes maestros de la literatura en torno a ella. En esta sección vamos a jugar con la musicalidad de la escritura y, para inaugurarla, hoy contamos con las reflexivas palabras de William Somerset sobre Gustave Flaubert:
Su aspiración era escribir una prosa lógica, precisa, ágil y variada, rítmica, sonora, musical como la poesía, pero que conservara las cualidades de la prosa. Pensaba que no había dos formas de decir una cosa, sino Seguir leyendo