Narradores del siglo XX: después de nuestros últimos homenajes a los narradores del círculo de Bloomsbury, otros dos excelentes escritores del siglo XX, el autor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro y el escritor y periodista estadounidense Tom Wolfe, protagonizarán el siguiente bloque de tributos de las cadenas literarias de Libro vuela libre y las actividades de la clave N-23 de su taller de escritura en Valencia.
Los restos del día, la brillante y sutil novela de Kazuo Ishiguro ambientada en la Inglaterra de los años cincuenta, ha sido la obra elegida por nuestro taller de escritura para que se combine, a través de sus elegantes claroscuros y juegos de máscaras, con el intenso descenso a los infiernos de Charlie Croker, el protagonista de Todo un hombre, la feroz y caleidoscópica novela de Tom Wolfe en la que se disecciona Atlanta, una de las grandes ciudades norteamericanas del sur.
Tom Wolfe y Kazuo Ishiguro en los próximos tributos literarios de LIBRO VUELA LIBRE a los narradores del siglo XX. Fragmentos en curso:
Narradores del siglo XX, fragmento número uno de los tributos de la clave N-23 en el taller de escritura en Valencia de Libro vuela libre. Kazuo Ishiguro, Los restos del día:
«Pero esto no significa, naturalmente, que de vez en cuando no surjan ocasiones –ocasiones sumamente desoladoras- en las que una piensa que ha cometido un terrible error con su vida. Entonces comienzas a pensar en otra vida distinta, en esa vida mejor que parecía estar a tu alcance. Por ejemplo, me pongo a pensar en el tipo de vida que hubiera llevado con usted, señor Stevens. Y supongo que, cuando eso ocurre, me enfado por cualquier trivialidad y salgo de la estancia en cuestión. Pero cada vez que me siento de este modo, no tardo en darme cuenta de que mi legítimo lugar está junto a mi marido. A fin de cuentas, no podemos hacer retroceder el tiempo.»
Kazuo Ishiguro, fragmento de Los restos del día
Narradores del siglo XX, fragmento número dos de los tributos de la clave N-23 en el taller de escritura en Valencia de Libro vuela libre. Tom Wolfe, Todo un hombre:
-Soy Conrad.
Una pausa; a continuación:
-¡Maldita sea! ¡Desguace total! ¿Dónde estás? No, no me lo digas, no quiero saberlo. Vinieron a verme un par de corbatines la semana pasada preguntando si sabía dónde estabas.
-¿Corbatines?
-FBI.
Una oleada de alarma neural recorrió el plexo solar de Conrad.
-¿El FBI? ¿Estás seguro? –su voz se enronqueció de pronto.
-Eso es lo que me dijeron. No se me ocurre que alguien fuera a fingir eso.
-¿Dónde fue?
-Aquí, en mi casa.
-¿Qué querían?
-Saber si sabía dónde estás. Así que no me lo digas.
-¿Cómo te han relacionado conmigo?
-No lo sé. A lo mejor alguien de la cámara frigorífica. A lo mejor alguien que tú conoces.
-¿Qué les dijiste?
-Les dije la verdad.
Tom Wolfe, fragmento de Todo un hombre