Hay libros que nos tomamos muy en serio… Pero, ¿por qué idolatramos una obra o a un escritor determinado? Y, al margen de la opinión general, ¿qué hace que los tengamos en tan alta estima, que los admiremos tanto? Borges decía que los autores de culto son aquellos por los que uno se apasiona profunda y sinceramente, no esos otros que se leen y citan porque están de moda o son bien considerados por la crítica. Nunca deberíamos dejar de releer a un escritor o un libro que despierten nuestra devoción, con independencia de que sean más o menos reconocidos. Todo llega en su momento… y, a veces, ser calificado como un libro o autor de culto consagra, y es la antesala que permite sobrevivir a la prueba del tiempo y ascender al Olimpo de los clásicos.
De lectores, libros y juegos de culto:
Los libros de culto tienen una existencia difícil, aventurera y trágica. Proceden de las zonas periféricas de la industria editorial y desde allí se abren camino hasta el corazón de los lectores. Son obras de autores que nadie conocía hasta entonces, de escritores sin nombre que, para colmo de males, no tienen una vida inmaculada. Los libros de culto los publican oscuras editoriales que no pueden permitirse hacerles publicidad. Por eso, cuando una editorial califica alegremente de «libros de culto» a libros vistosos y coloridos, en la mayoría de los casos no se trata de verdaderos libros de culto, sino exactamente de eso: de libros divertidos y vistosos.
Los lectores que convierten una obra en un libro de culto actúan así para diferenciarse de aquellos a los que este tipo de obra les resulta indiferente. Los libros de culto marcan fronteras. Los hay para diseñadores gráficos, para arquitectos, para especialistas en la India, para historiadores del arte, para filólogos de la lengua inglesa, para cocineros, para mí y para mis amigos, etcétera. Estos libros de culto son refinados signos de distinción y, ocasionalmente, alcanzan el rango de símbolos de un estatus.
Pero también existen los «auténticos» libros de culto. Son aquellos que han removido su tiempo, que han provocado agitación y que posteriormente han dejado las huellas de la conmoción que causaron. Eran libros de culto incluso antes de que se supiera que tal categoría existía, como Las desventuras del joven Werther de Goethe. O han reunido a una generación a su alrededor, como es el caso del El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger.
Christiane Zschirnt, Libros
Hoy te proponemos un juego de culto cortazariano de la mano de José Antonio Garzón Roger:
Día sin vino y sin rosas. Los trabajos sin los días
Talleres de escritura creativa en Valencia adscritos a la iniciativa 
y a su liberación de talentos:
Palabras del día:
Escribir un libro / Publicar un libro / Autores de culto / Leer un libro de culto / José Antonio Garzón Roger / Artículo cortaziano / Juego de culto / Editoriales / Juegos de escritura / Cursos escritura Valencia
Presenciales y adscritos a la iniciativa "LIBRO, VUELA LIBRE". Desarrolla tu talento literario y publica en la antología anual del taller. Bloques intensivos para quienes buscan crecer sin límite en una gran diversidad de ámbitos. LEER MÁS..
Periodista, narradora, poeta e investigadora de estrategias de aprendizaje creativo aplicadas a la docencia. LEER MÁS…
Luna de papel :: Talleres Literarios en Valencia 
Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin Reamur 167
Reamur 167
En Reamur 167 encontrará la muerte lo que ocurrirá en aproximadamente en tres minutos. No lo sabe aún, pero su mujer está subiendo la escalera del viejo edificio del Court Bourse. Ella se acomoda su pelo manteniendo la dignidad de toda una asesina burguesa, llega al cuarto piso jadeante, abre levemente su clutch, apoya su mano de guante sobre una pequeña pistola, con la otra gira el picaporte de la oficina, respira hondo, abre, allí está el marido con una mujer entre las piernas y, como les anticipé, le dispara matándolo.
Dos minutos treintisiete segundos.
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Dia sin hormigas vota por día sin reamur 167
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día SIN DESODORANTES NI PERFUMES. Este día, que se celebrará siempre en los meses veraniegos, representará el día de vuelta a nuestros primitivos orígenes. Ese día, después de unas horas, y tras habernos olvidado de la situación, nuestros olores corporales inundarán las fosas nasales de nuestras parejas, o de nuestros/as deseadas parejas. Ellas/os recibirán, sin saberlo; las feromonas olvidadas y ocultas en cientos de sprays y perfumes año tras año.
Muy posiblemente 9 meses más tarde nos encontremos ante un posible babyboom que relance la pirámide genaracional actual.
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Días sin horas
«Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin..Horas
UN DÍA SIN HORAS
¡Magnifico sería un día sin horas! Donde uno se extiende hasta el infinito finito, es dueño de los segundos, del ritmo de lo impuesto, del paso del tiempo y la danza obligada.
Detenido el falso espacio por ellas creado, rompiendo las seis caras del cubo encorsetado, reencontramos y atendemos nuestro espacio interior.
Cambiemos la cuerda del relojero por el ritmo del corazón, las saetas por flechas de amor; hagamos así nuestra profundidad: extensa, infinita y universal.
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Yo, día sin poesía (y sin poetas), doy mi voto a día sin horas.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo:
UN DÍA SIN INSTRUCCIONES ( Y SIN PEREC)
Quise escribirte en el día sin carreras pero llegué tarde. Pretendía que no te dieras cuenta de que sigo siendo un perdedor. Pero lo cierto es que, incluso ese día, alguien se me adelantó. No sé muy bien si fui yo quien llegué tarde a ese día o fue el día el que llegó tarde a mí. ¿O es que ninguno de los dos acudimos a la cita? Bueno, ya sabes lo fácil que me pierdo…
Pero te escribo hoy, en este otro día que he inventado para ti: un día sin instrucciones. Porque justo después de montar la mesa con las patas hacia arriba, volví a acordarme de ti. El único problema es que te escribo y no logro recordar lo que quería decirte. Creo que tiene que ver con la acuarela en la que te pinté desnuda; la que troceé en 1024 pedacitos, la potencia de dos más cercana a los días que pasaste conmigo. Pero será mejor que espere hasta mañana; así podré mirar las indicaciones que guardé en el cajón de nuestra vieja cómoda… porque sospecho que, una vez más, he vuelto a equivocar el día.
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Yo, »Día sin adjetivos», doy mi voto a »Día sin carreras» (»Día sin instrucciones’).
Es maravilloso ver como en pocas palabras hiciste dudar a la propia duda. Mi más sincera enhorabuena y gratitud por estas líneas.
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Yo, «Día sin cronopios y sin famas», doy mi voto a «Días sin carreras» (con su «Día sin instrucciones»)
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Yo día sin azar doy mi voto a día sin carreras que propuso un día SIN INSTRUCCIONES con mucha originalidad.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin dinero.
Philp, ausraliano de origen, acaba de llegar a Madrid. Telefonea a su amigo Luis. Son las 9.00 horas.
Luis.- ¿Qué tal, Philp? ¿Cómo ha ido el viaje?
Philp.- ¡Bien! ¡Muy bien! Me he tomado la pastillita y ni me he enterado. Por cierto, ¿qué haces con esa cartera?
Luis.- Ya ves. Voy al banco a ver si logro rebajar la cuota de la hipoteca.
P.- ¡Ja, ja, ja! ¿Es que no te has enterado?
L.- ¿Enterado? ¿De qué?
P.- El Consejo de la O.N.U. ha decretado «el día sin dinero». Yo ya lo he passdo en Australia y ahora vuelvo a vivirlo aquí.
L.- ¿Qué me dices? ¿Sin nada de dinero? ¿Y qué vamos a hacer?
P.- Todo, amigo, todo. Piensa que la mayoría de la gente tiene más «debes» que «haberes», y esto nos va a permitir vivir mucho mejor. Ya te puedes olvidar de la hipoteca, de los créditos de financieros usureros y de los acreedores que tengas. Nuestras necesidades y disfrutes los cubriremos mediante trueques.
L.- Pues si que me has quitado varios «pesos» de encima. ¡Viva la O.N.U.!
P.- ¡Viva!
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Para los años bisiestos , día 366 , propongo un Día sin Todo ( sin nada) .
Tumbados quizá , sentados tal vez , pero ¿cómo? Levitando o aplastados , pero, dónde?Re cordad que es un Día sin Todo . ¡Ah no! , que no podemos recordar; también es sin recuerdos.
Ahora son las 23’57 h del Día 365 del año bisiesto de Garzón Roger. Suerte que no es el número 38 ( Día sin horas ) , ni el 73 ( Día sin palabras) . Pero se acercan las 00 h del sugerido Día sin Todo…. ¡Deprisa! , debo acabar de escribir el comentario , ¡deprisa! …mañana no habrá nada.
Lo viviré sin vivir , ni morir , el día que no hay nada . Pero esperaré con anhelo al resto de los Días , que sin ésto o aquello , y por dramático que pueda llegar a ser , son Días con algo . Y algo es mucho ,si queda. Si no hay Sol , pero hay Estrella de Bernard . Si no hay luna , pero hay Tierra . Si no hay mar pero hay río . Si no hay razón pero hay pensamiento . Si no hay cabeza , pero hay cerebro , Si no hay cerebro , pero hay amor…
Algo siempre es mucho , si queda.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin Nostalgia
En ese día no estará permitido mirar hacia atrás y pensar en los amores perdidos, las oportunidades desaprovechadas, o lo que pudo ser y no fue. En ese día solo se podrá mirar hacia el frente y pensar en los caminos por descubrir y las personas que conoceremos en ellos, en las alegrías que nos esperan , los besos que nos quedan por dar y los abrazos por recibir.
También en ese día elaboraremos una lista de 10 respuestas a esta pregunta:
¿Qué no he hecho todavía?
Cuando dentro de cuatro años vuelva a llegar el día sin Nostalgia, es fundamental que las respuestas a esa misma pregunta sean diferentes.
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yo «día sin respuestas» doy mi voto a «día sin nostalgia»
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Para los años bisiestos yo propongo un DÍA SIN BOMBEROS.
Todos. Sin importar cuál sea su adscripción: Fahrenheit 451, Réaumur 186, Celsius 233, Kelvin 506, Rankine 910, o cualquier otra que se le pueda ocurrir a la mente infecta de turno.
Quiero que las chiribitas de mis ojos sean siempre porque te tengo cerca.
Quiero que las pavesas que me quemen el pelo sean siempre del hogar.
Quiero que las volutas sean siempre jónicas.
Quiero que el fuego sea siempre en la piel, nunca en los libros.
Quiero ocultarme sólo para estar contigo.
Quiero recordar sólo por placer.
Quiero pensar solo.
Quiero decir libre.
Quiero leer.
Quiero.
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Para los años bisiestos, día 366, supongo un día sin lo que fuimos
Quisiera un día
sin de lo que fuimos,
un día sin ayer
para ser.
Que esto no implica
ser nulo
de recuerdos,
sino estar desnudo
para dejar la envoltura del nudo y
volver a la piel.
REcrear
partiendo de la establecida
involución
humana,
salir de nosotros,
ser REvolución.
Y todo esto,
creerme,
es evolución
con los ojos abiertos
en el regalo presente,
mirando al infinito.
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Para los años bisiestos, día 366, supongo un día sin lo que fuimos
Quisiera un día
sin de lo que fuimos,
un día sin ayer
para ser.
Que esto no implica
ser nulo
de recuerdos,
sino estar desnudo
para dejar la envoltura del nudo
y volver a la piel.
REcrear
partiendo de la establecida
involución
humana,
salir de nosotros,
ser REvolución.
Y todo esto,
creerme,
es evolución
con los ojos abiertos
en el regalo presente,
mirando al infinito.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo:
«UN DÍA SIN BARQUILLOS»
Ya nunca más volveré a tener prisa, mi pequeña Claudia…
Otro día más te llevo a merendar, y tú vuelves a pedir un batido de chocolate con barquillos. La camarera te hace una mueca de complicidad, y tú sin ningún pudor le enseñas la separación de tus dientes al sonreír. Las pecas de tus mejillas se mecen al masticar, y yo te sacudo las migas que desperdigadas caen por tu regazo. Tú me hablas atropelladamente, y yo te escucho embelesado. Una lágrima se desliza a toda prisa por mi cara, y yo extasiado de felicidad la borro con disimulo. Tú te limpias la boca con la servilleta como te he enseñado, y yo quito el freno de la silla de ruedas. Tú te despides hasta el próximo día, y yo te empujo suavemente…
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DÍA SIN CAFÉ VOTA A DÍA SIN BARQUILLOS por transmitir con dulzura ejecutando la acción ordenada y perfecta con el espacio tiempo comprimido. Es complicado crear «belleza» en pocas líneas y lo ha conseguido.
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Día sin Réaumur 186 vota a Día sin prisas
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Yo «día sin razón» doy mi voto a «un día sin prisas » («un día sin barquillos»).
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Dia SIN CUENTOS NI RECUENTOS vota a DIA SIN BARQUILLOS.
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Día 20. DÍA SIN CAFÉ.
Día sin café para escribir desordenada porque el orden crea vulgaridad en mí. Necesito regalar descripciones brutales, al límite. Quiero textos poderosos. Deseo pasajes violentos, despiadados. Capaces de destrozar todos los sentidos. Quiero perturbación en mí y en todos los lectores. Ahondaré en los estratos de la irracionalidad. Después pretendo una reverencia porque cada línea «la vas a SENTIR».
Saldrá bien, acompáñame porque hoy no tomaré café y escribo para tí.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin naranjas amargas:
¿Recuerdas pequeña las mañanas de domingo?
¿Recuerdas aquellos meses de enero, cuando tus pies traviesos jugaban con los míos bajo la manta de lana?
Juntos, en nuestro día sin prisas, escuchando a Antonio Machín cantando “El Huerfanito”; y entonces tú te levantabas, grácil y risueña, dispuesta a preparar el desayuno, el de falso café de cebada y pan con menjunje de naranja amarga. Y volvías a la cama corriendo, buscando mi calor…¡ay mi niña, qué feliz eras entonces! Y así pasábamos las mañanas de domingo, sin pecado ni culpa, mientras las viejas acudían a misa de doce y sonaba otra de Machín en la radio…
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Dias sin Reamur 166 vota a Dias sin cuentos ni recuentos
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Yo «día sin prisas» doy mi voto a un «día sin cuentos ni recuentos»
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin los ojos cerrados a la Madre Tierra:
¡Qué bello día!
¡Levanta hermano,
sigue el camino del padre Sol,
de la hermana Agua,
del hermano Viento!
¡Siéntete Árbol,
Roca,
Lago!
¡Todo está para nosotros!
Escucha hermano
su espíritu
conectado al tuyo…
¡Despierta hermano!
No sea que llegue un día
en que no queden más días,
ni horas,
ni minutos.
Un día
en que la vida
muera.
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Yo «Día sin horas» doy mi voto a «Día sin igual»
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día «sin maquillaje»:
Bases jugosas, fluidas, sombras, ojeras, correctores y contornos, labios rojos, polvos matizadores…¿transformación o tortura?
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Para el día 366, en años bisiestos, propongo un «día sin recuerdos ni memoria».
Sin saber quiénes somos, qué ha sido de nuestra historia y de nuestras vidas, qué hicimos ayer, bien o mal. quién nos ama, Quién nos mintió. Un día alzheimer colectivo, un caos de día.
Una oportunidad para cambiarlo todo…
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Para un año bisiesto, nada mejor que UN DÍA SIN SAÍD.
¿Cansado de dobleces? ¿Harta de mantener una doble vida?; ¿De aparentar que es más guapa que la del 45? ¡No se haga problemas! En el día sin saíd no habrá reflejos ni dobles intenciones.
Podrá convivir amablemente con su mujer y su amante. ¡No habrá doble vida ni doble mora,l ni siquiera, dobladillo del pantalón!
En un día sin saíd no tendrá que aparentar. Podrá gritar a los cuatro vientos que es un asesino en serie o mejor aún, podrá decirle a su suegra que es una hija de puta sin que se enfade por ello. Todo porque en un día sin saíd no habrá reveses de ningún tipo. Ni caras ocultas de la luna ni caras b de títulos olvidados de los Rolling Stones.
¡Sea todo lo que siempre quiso ser: héroe y villano; bruja y princesa! ¿Cuándo?
En un día sin saíd.
¡No lo olvide y viva feliz siendo un ente sin lados ocultos!
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin adultos.
Aunque sé que es difícil elegir una cifra que sirva de frontera. Para aclararnos, pongamos que los adultos son todos los que persiguen sus obsesiones y no sus sueños. Adultos son los que confían tanto en su reloj que creen que la vida pasa dando golpecitos. Los que han querido salvarse, a pesar de Benedetti. Los que escribieron la letra pequeña. Los que no bailan porque dicen que no saben. Los que sueñan con anuncios publicitarios. Los que ya no lloran con ninguna canción, ni película, ni libro, ni flor, ni palabra. Los que no saben decir “sí”. Los que no le sonríen al espejo. Los que no hacen nada porque dicen que hay demasiada gente en el mundo como para que importe. Los que ya no bromean para decir algo serio. Los que le tienen miedo a todo lo que desean. Los que se sientan en su sofá y afirman que ya lo han visto todo. Los que aplaudieron por costumbre entre movimiento y movimiento sin darse cuenta de que aún no se había acabado el concierto. Los que no cantan en la ducha. Los que sólo cantan en la ducha. Los que le guardan rencor al tiempo.
Ésos son los adultos. El resto; bailemos, saltemos, busquémonos, sintámonos libres de salir a la calle, día 366, que será sólo nuestro.
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Día sin igual vota por día sin cronopios y sin famas: un día 366 sin adultos
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Yo Dia sin «Tercer Mundo» doy mi voto a Dia sin cronopios y sin famas
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin café y sin té
Mi querido lector, un día sin café y sin té para crear desordenada, porque el orden otorga vulgaridad y ensucia mis escritos.Deseo ofrecerte brutales descripciones, al límite de tu soporte. Unas líneas capaces de despertar todos tus instintos porque quizá ni siquiera los conoces. Perturbación, porque es mansa y exquisita la demencia, y es auténtica si ahondas en los estratos más ocultos, los de la irracionalidad. Después un trueque por mi cesión. Quiero una ensayada y perfecta reverencia con la que alimentar mi ego, eso será suficiente. Acompáñame, lee, muere y despierta. Hoy escribiré para tí ese café.
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Un dia irracional,que huela a romanticismo puro y que sea lo mas limpio de ese dia
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Dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
A veces es necesario pasar por este proceso para poder ver con claridad un mundo que va mas allá de lo que nos han enseñado.
Un día sin el tercer mundo supondría borrar de un plumazo la realidad sumamente cómoda en la que hoy vivimos.
¿Donde se apoyarían los del primer mundo sin un tercero que aguantara todo su peso y todos sus vicios?
Las frutas y verduras que hoy encontramos en el supermercado se reducirían a menos de la mitad, por no hablar de las especias que tanto placer nos dan en las comidas. Los minerales que hoy utilizamos para todas estas nuevas tecnologías serian fantasías de ciencia ficción. La música,las medicinas y la astrología solo serian capaces de expresar una porción del todo. La monotonía llegaría a nuestros días, ya que no tendríamos resortes turísticos en lugares paradisiacos a los que ir a desconectar. Por decir algunos ejemplos de una larga lista de vínculos que nos unen a este tercer mundo directa e indirectamente.
Sin el llamado tercer mundo, no tendríamos sentimientos de superioridad ni ninguna filosofía de competición en dirección hacia el poder absoluto.
Sin el tercer mundo, solo existiría uno, ese uno donde estamos todos.
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Para el 366, propongo el día sin vergüenza. Día en el que podamos salir a la calle y acudir a nuestros puestos de trabajo como nos apetezca, sin temor a ningún dedo índice amenazante que nos pretenda discriminar, humillar o como mínimo sonrojar.
Un día donde el policía pueda lucir su bigote y su mejor lencería femenina. Un día donde no exista el miedo al rechazo y podamos ser, simplemente, nosotros mismos.
Y por supuesto, sería un día festivo.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin adjetivos.
Agudizar, extasiar, redimir, reprimir, ejercer, tejer o matar podrían ser lo mismo y, sin embargo, no serlo. Porque no se puede ser cuando no se sabe lo que es, y lo que es deja de existir sin adjetivos. Lo indescriptible resulta indiferente ante la falta de calificativos, pues el sustantivo pierde su esencia cuando no se puede hablar del referente.
Si no podemos hablar del bien y del mal, la ética queda obsoleta, la moral inconexa, y nosotros perdidos ante las falta de simbolismos.
Piénsalo, lo único que sabemos es que esto es de tal o cual forma, y sin embargo, si eliminamos adjetivos, no entendemos nada.
No hablaríamos de cuerdos o locos, bellos o feos, bizarros o comunes, anchos o angostos. No distinguiríamos lo cruel de lo kantiano, lo propio de lo ajeno…,
Y, aún cuando todo lo creyéramos perdido, nos quedarían los adverbios.
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Yo, «día sin días», en plena facultad mental y bajo la brisa de esta ciudad brillante, otorgo mi voto a «Día sin adjetivos»
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Un día donde no utilizemos el agua para nada; sin beberla, sin ducharnos , sin poder tirar de la cadena del váter, sin lavar ninguna cosa ni parte del cuerpo, sin usarla para cocinar, sin regar las plantas, y sin ninguna actividad que requiera de ella en su estado puro.
Y así seríamos conscientes de la importancia del agua , de su poder, y su magia; limpia, cocina alimentos, se congela y convierte en hielo, se evapora con el calor, es el mayor hidratante del mundo, todos y cada uno de los seres vivos dependemos de ella.
Y de paso que las empresas de Aguas perdieran un poco de dinero de los obligados consumidos, aunque eso suponga un mínimo en la factura de cada mes, pero una pérdida considerable para ellos. Y también, las de agua embotellada, por supuesto.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin VERDAD
VERDAD amada, eres mi instinto vital,
el color de la esperanza
que invita a compartir
desde la sencillez más profunda.
Eres aliento en cada palabra,
pensada o sin pensar, desde el corazón.
Como sentido de vida
tu diriges mis momentos
y mi pulso,
en el presente la que orienta mi destino
y ordena mi memoria.
Eres grande, compañera.
Pureza soñada y sentida en cada instante,
morir quisiera si no te tengo en el regazo de mi alma,
sólo puedo renunciar a ti como sacrificio,
con dolor, angustia y vacío
ofrezco un día sin ti amada,
por algo más grande que está por venir.
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Para los años bisiestos, día 366, propongo un día sin envidia.
¿Sabes qué sería lo mejor? Un día sin envidia, en el que no me miraras mal, hablaras de mí, te burlaras, ni me buscaras defectos en cada una de mis acciones. Lo digo porque solo te haces daño tú, llenándote la cabeza de gusanos, levantándote cada día para superarme, envenenando tu boca y dañando tu corazón. Porque al fin y al cabo cada día que pasa me haces más afortunado y más valioso. Sobre todo, gracias; eres mi mayor admirador, el que más me presta atención y me dedica más tiempo.
Un día sin envidia sería bueno para ti, pero hasta que no se logre no dejes de admirarme.
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Para el día 366 propongo un Día sin…mí
Un día sin mí…el sol saldrá por el este de tu mente.
Los hijos de mis hijos que no tuve, estarán hambrientos de saber.
Las olas tropezarán en la orilla, la resaca será espuma…la resaca.
Un día sin mí…el fuego quemará, el hielo quemará, el amor quemará.
Un día sin mí…te inquietarás, dormirás, rabiarás.
El tráfico y el nórdico serán solo palabras.
Tu seguirás igual de potente,
El presente será absoluto,
Viajarás al centro de la tierra,
Saltarás en camas elásticas y bailarás un rock mullido.
Porque un día sin mí será un gran día.
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Voto por un dia sin hormigas
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