Expresar lo que el mundo deja en nosotros, con la compleja herramienta de la palabra, es un camino transitado en el taller de escritura creativa, un destino previsible y familiar para aquellos que saben, que son conscientes de que la vida es aprendizaje y de que la escritura, o la creación literaria, es vida. La vida es la materia de cualquier estudio, taller o curso de escritura; y quien vive y también escribe no puede escapar de la contemplación de ese espejo literario, un espejo al que hoy nos asomamos en compañía de la escritora mejicana Ethel Krauze:
«Eso de llamarle ficción a la literatura es una pobre y malévola deformación. Parecería el reino de la mentira, de lo falso, y por lo tanto, de lo inocuo. Parecería que la literatura nada tiene que ver con la carne y los huesos nuestros de cada día. Y es, sin embargo, todo lo contrario. En ella se encuentran las verdades fundamentales de la naturaleza humana. No importa si los hechos Seguir leyendo