Técnicas narrativas para escritores. Clave Y-57

30 Abr

Técnicas narrativas para escritores de la clave Y-57 es el título del próximo bloque de contenidos que se incorporará a nuestros cursos de escritura creativa presenciales y talleres literarios online adscritos a LIBRO VUELA LIBRE.

Las cadenas literarias de LIBRO VUELA LIBRE desde Valencia –que están a punto de celebrar una nueva presentación de la antología que recoge la apuesta anual por el talento de sus talleres de escritura creativa– propondrán en breve a sus escritores en formación, a través de este bloque de contenidos, nuevas actividades de creación literaria para fortalecer su manejo de técnicas narrativas fundamentales para escribir novela y cuento.

Disfruta de la lectura de esta primera puerta de entrada a El cielo protector –la novela escrita en 1949 por el viajero y escritor estadounidense Paul Bowles, el autor que protagoniza nuestros tributos literarios en curso– y sigue las instrucciones de tu grupo en nuestros talleres de escritura online y presenciales para participar en las actividades de la clave Y-57.

Actividades complementarias y técnicas narrativas para escritores de la clave Y-57. Tributos a Paul Bowles, puerta de entrada 1:

Técnicas narrativas para escritores. Clave Y-57. Fragmento de El cielo protector, de Paul Bowles:

Anduvo por las calles , buscando inconscientemente las más oscuras, feliz de estar solo y de sentir el aire nocturno en la cara. Las cales estaban atestadas. Las gentes lo empujaban al pasar, lo miraban entre umbrales y ventanas, hacían francos comentarios sobre él -por la cara no se podía adivinar si inspiraba simpatía o no- y a veces se detenían para observarlo.

«¿Hasta qué punto son amistosos? Sus caras son máscaras. Todos parecen tener mil años. La poca energía que ponen se reduce al ciego, masivo deseo de vivir, porque ninguno de ellos come lo suficiente para tener fuerzas propias. ¿Qué piensan de mí?Probablemente nada. ¿Me ayudaría alguien si tuviera un accidente? ¿O me dejarían tendido en la calle hasta que la policía me encontrara? ¿Qué motivo tendría alguno de ellos para ayudarme? No les queda religión. Saben lo que es el dinero y cuando lo consiguen lo único que quieren es comer. ¿Y qué tiene eso de malo? ¿Por qué me pongo así con ellos?¿Sentimiento de culpa por estar sano y bien alimentado? Sin embargo, el sufrimiento se distribuye por partes iguales entre los hombres: cada uno ha de aguantar el mismo fardo…»

Algo le decía que esta idea era falsa, pero en aquel momento era una creencia necesaria: no siempre es fácil soportar la mirada de los hambrientos.

Dinámicas de grupo. Textos para corregir y ejercicios de escritura de la clave literaria Y-57:

Técnicas narrativas para escritores. Textos para corregir de la clave literaria Y-57. Anónimo, ejercicio de escritura 1TH:

Me gustaba verte boxear, ver cómo dos hombres os desplazabais sin ninguna contemplación en lo alto del ring, cegados por no sé qué extraña vanidad.

Nunca en tu puñetera vida ganaste nada. De pequeños siempre te utilizaba a mi voluntad. Como nuestra madre se pasaba la mayor parte del tiempo fuera de casa, partiéndose el espinazo para poder mantenernos, yo debía asumir el papel de madre y hermana a la vez. Aún recuerdo cuando me decías que conseguirías todo el dinero del mundo para que nuestra madre pudiera disfrutar de una casita al lado de la playa y yo pudiera estrenar un vestido nuevo todos los días. Y sí que debo reconocer que pusiste todo tu empeño. Desde estibador, cargando y descargando contenedores en el puerto, a repartidor de verduras, o reponedor de productos en el supermercado de la esquina. Siempre me decías que aquellos trabajos eran temporales , y que llegaría un día en que serías famoso y traerías tanto dinero a casa que no tendríamos tiempo ni de gastarlo. Uno de tus amigos, si amigo se le puede llamar a alguien que te mete en la cabeza la idea de ganarte la vida dando y recibiendo mamporros, te comió la cabeza durante semanas diciéndote que tenías cuerpo para boxear, y que depurando tu técnica podías llegar a ganar mucha pasta en el ring. Todavía recuerdo la cara que puso nuestra madre cuando se lo dijiste. Un poco más y recibes el prime KO antes de subir al cuadrilátero. Pero como eras terco como una mula, en eso sí que nadie podía igualarte, trabajaste y te entrenaste todos los días. Ibas a un gimnasio de paredes verdes y mugrientas, donde otros como tú buscaban fama y dinero con la fuerza de sus puños. En aquel gimnasio conocí a uno de mis novios, por suerte no era boxeador…

Técnicas narrativas para escritores. Textos para corregir de la clave literaria Y-57. Anónimo, ejercicio de escritura 2PB:

Roberto paseaba por los jardines. En un banco, a la sombra de un cerezo, dos muchachos se miraban tiernamente. Roberto pensó: «Cuando fuimos de excursión a Moraira yo tenía siete años. Me impactó enormemente ver a una pareja de chicos besándose en la boca. Lo había visto en la televisión , en alguna de esas pelis que mis padres no me dejaban ver, pero era la primea vez que lo veía de verdad. Con que me los quedé mirando fijamente, hasta que uno de ellos se dio cuenta y me dijo: ¿Qué miras, chaval?; si quieres puedo hacértelo a ti también».

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