Emociones complejas de los personajes. Bloque C

14 Abr

Las emociones complejas de los personajes han sido comprendidas con profundidad y riqueza de matices por los grandes escritores que nos han construido como lectores, y los secretos más sutiles que hacen vibrar sentimentalmente a los seres humanos y a los seres de ficción han de ser conocidos ampliamente por los autores en formación. Es por eso que el próximo bloque literario de nuestro taller de escritura comenzará con varias baterías de actividades dedicadas a emprender un largo viaje por los puntos más recónditos del universo emocional de los personajes.

Las emociones complejas de los personajes en los talleres de escritura creativa adscritos a LIBRO VUELA LIBRE en Valencia

Sigue las instrucciones de tu grupo para formar parte de las dinámicas y actividades creativas con las que indagaremos literariamente en las emociones complejas de los personajes que abrirán el siguiente bloque literario de los talleres de escritura creativa adscritos a LIBRO VUELA LIBRE y a su liberación de talentos desde Valencia.

El juego de las emociones complejas I: batería azul y naranja

«El viejo reloj seguía allí, marcando las horas en una casa que ya no sonaba igual.» 

«Las risas de los niños llenaban el parque, pero él solo veía la banca vacía donde solían sentarse.» 

«El olor a café recién hecho le recordó aquellas mañanas en casa de su abuela, aunque nadie preparaba café como ella.» 

«Encendió la radio en la misma emisora de siempre, pero la voz que esperaba ya no estaba.» 

«Abrió la puerta y miró la habitación. Todo estaba igual, excepto que ya no estaba ella.» 

«El viento movía las cortinas igual que aquella tarde. Todo parecía intacto: la vieja mesa con su mantel descolorido, el reloj que aún marcaba la hora equivocada. Sin embargo, el silencio no era el mismo. Faltaban las risas, el eco de conversaciones que alguna vez llenaron la casa. Caminó hasta la ventana y, por un instante, creyó escuchar su voz. Pero solo era el viento, arrastrando recuerdos que nunca se habían ido del todo.»

«Él la observaba reír con alguien más. Fingió concentrarse en su café, pero sus dedos tamborileaban con fuerza sobre la mesa.» 

«Antes respondía con entusiasmo, ahora sus palabras eran cortas, apenas audibles. Miró a su amigo y luego al desconocido que acaparaba su atención.»

«Dejó la conversación a medias cuando vio cómo ella inclinaba la cabeza hacia otro, con esa sonrisa que antes era solo suya.»

«Se cruzó de brazos, la mandíbula apretada. Su tono era más cortante de lo habitual, aunque intentaba que no se notara.» 

«Recordó aquella vez que ella lo miró de ese modo. Ahora, esa misma expresión pertenecía a alguien más.» 

«La conversación seguía, las risas llenaban el espacio. Pero él ya no escuchaba. Sus dedos jugaban con el borde de su vaso, la mirada fija en la escena delante de él. La forma en que ella inclinaba la cabeza, la luz en sus ojos, el leve gesto de su mano en el brazo de alguien más. Apretó los labios. Se aclaró la garganta. Nadie notó el cambio, excepto él.»

Recursos literarios en el taller de escritura. Clave B31

25 Mar gente escribiendo

Taller de escritura, clave literaria B31. Un nuevo bloque de recursos literarios llega a los distintos grupos de inicio y profundización del taller de escritura adscrito a Libro Vuela Libre para entrenar a los escritores en formación que protagonizarán su próxima liberación de talentos en Valencia.

Personas escribiendo

Sigue las instrucciones de tu grupo y comienza a disfrutar de este nuevo bloque técnico con las actividades literarias de la clave B31, que esta temporada van a movilizar tu imaginación con nuevas propuestas y materiales complementarios, entre los que se encuentra nuestro juego de los cuatro misterios.

Más información sobre los distintos grupos del taller de escritura adscrito a LIBRO VUELA LIBRE y su liberación de talentos (Valencia, 65 € al mes, modalidades presenciales y online, plazas limitadas):

Recursos literarios de la clave B31 en el taller de escritura. El juego de los cuatro misterios:

Clave B31 del taller de escritura. Misterio del sobre amarillo:

«Desde el momento en que entró en la habitación, no pudo evitar fijarse en aquella pequeña caja de madera que descansaba sobre la mesa. La madera estaba agrietada por el paso del tiempo, y un símbolo apenas visible, tallado en la tapa, parecía esconder un mensaje olvidado hace décadas. Nadie en la familia hablaba de esa caja, como si el simple acto de mencionarla pudiera desatar algo prohibido. Y, sin embargo, estaba allí, llamando silenciosamente, como si supiera que finalmente alguien la descubriría. Lo que él no sabía era que ese objeto inofensivo guardaba los secretos más oscuros de su linaje, secretos que cambiarían su vida para siempre.»

Clave B31 del taller de escritura. Misterio del sobre azul:

“Desde el primer momento que lo vieron entrar en el salón, quedó claro que Alejandro no era alguien común. Su andar seguro y su mirada fría parecían anunciar lo que nadie en esa reunión sospechaba: pronto sería el hombre al que todos temerían. A pesar de su traje impecable y sus palabras amables, había algo en su presencia que inquietaba, como si en su interior se ocultara una sombra que aún no había mostrado su verdadero rostro. Aquellos que lo subestimaron esa noche, más tarde lamentarían no haber leído las señales.”

Clave B31 del taller de escritura. Misterio del sobre verde:

«A simple vista, la antigua estación de tren parecía un sitio abandonado más, con sus paredes cubiertas de graffitis y ventanas rotas. Pero aquellos que se atrevían a cruzar sus puertas oxidadas pronto descubrían que no era un lugar cualquiera. En su interior, bajo el polvo y los escombros, yacían rastros de un pasado que aún no había sido olvidado del todo. Lo que nadie imaginaba es que, meses después, esa estación desmoronada se convertiría en el epicentro de una de las historias más oscuras de la ciudad.»

«Aquel día comenzó como cualquier otro en el pueblo, con el sol iluminando los campos y los niños jugando en las calles. Sin embargo, nadie sospechaba que, al caer la noche, algo sucedería que cambiaría la vida de todos para siempre. Los vecinos recordarían esa jornada con un escalofrío, preguntándose si hubo alguna señal que les advirtiera de lo inevitable.»

Secciones del club de lectura de Libro Vuela Libre: Cupido entre libros

17 Mar Sección del club de lectura en Valencia de Libro Vuela Libre dedicado a la ficción romántica. Cupido entre libros, Núria Osca Claver.

Mientras las distintas secciones del club de lectura de Libro Vuela Libre continúan sugiriendo a los escritores en formación de los grupos de veteranos de su taller de escritura creativa anual un abanico muy amplio de corrientes literarias y de autores clásicos y contemporáneos, desde Cupido entre libros ( la sección de ficción romántica dirigida a los miembros más jóvenes de nuestra comunidad de escritores, que este año celebrará su undécimo aniversario) Núria Osca Claver nos trae este mes una nueva obra de la escritora estadounidense Taylor Jenkins Reid: «Los siete maridos de Evelyn Hugo».

Cupido entre libros: ficha técnica de Los siete maridos de Evelyn Hugo

Título: Los siete maridos de Evelyn Hugo

Autora: Taylor Jenkins Reid

Año de publicación: 2020

Editorial: Umbriel

Género: Ficción contemporánea con elementos de drama y romance

Nº de páginas: 384

ISBN: 9788416517275

Reseña

Evelyn Hugo nunca fue solo una estrella de Hollywood; fue un enigma envuelto en satén y escándalo, una mujer que entendió antes que nadie que, tanto en la gran pantalla como en la vida real, la verdad es solo una versión bien contada. Durante décadas, deslumbró al mundo con su belleza y sus siete maridos. Pero, tras los focos, las joyas y los vestidos, Evelyn tejía una historia mucho más oscura, mucho más humana y, en ocasiones, peligrosamente rota.

Ahora, a sus casi ochenta años, decide contar su historia. No a cualquier periodista, no a los buitres de la prensa rosa, sino a Monique Grant, una reportera sin renombre, sin éxitos espectaculares, pero con una cualidad inusual en Hollywood: autenticidad. Lo que comienza como una simple entrevista pronto se convierte en una confesión descarnada.

Club de lectura en Valencia. Puerta de entrada 1 de Los siete maridos de Evelyn Hugo, de Taylor Jenkins Reid:

«¿Entiendes lo que quiero decirte? Cuando te dan una oportunidad de cambiar tu vida, debes estar dispuesta a hacer lo que sea con tal de lograrlo. El mundo no te da cosas: tú debes tomarlas. Si vas a aprender algo de mí, probablemente debería ser eso»

Evelyn no es la típica protagonista redimida. No busca el perdón del lector; al contrario, lo desafía. Su vida es un entramado de decisiones difíciles, algunas moralmente cuestionables, otras absolutamente necesarias. Siete maridos no fueron el resultado de un corazón volátil, sino de una mente afilada, que entendía que, a veces, el amor se sacrifica por la supervivencia. Porque así es la vida: a veces se trata de sentir y, otras, de resistir. Ella nunca finge ser la buena, tampoco la villana. Es, simplemente, una persona haciendo lo mejor que puede con las cartas que le tocaron en un mundo que no suele dar segundas oportunidades a las mujeres.

Mientras Evelyn desentraña su vida, Monique se encuentra cara a cara con sus propias grietas. Sus palabras se cuelan como veneno dulce entre sus inseguridades, desnudando las verdades que había enterrado bajo capas de orgullo y miedo.

Club de lectura en Valencia. Puerta de entrada 2 de Los siete maridos de Evelyn Hugo, de Taylor Jenkins Reid:

«¿Por qué, hasta este momento, nunca me di cuenta de que esto tiene que ver con mi propia inseguridad? ¿Que la raíz de la mayoría de mis problemas es que necesito sentirme suficientemente segura de la persona que soy para poder mandar a la mierda a quien no le guste?»

Club de lectura en Valencia. Puerta de entrada 3 de Los siete maridos de Evelyn Hugo, de Taylor Jenkins Reid:

No tiene tiempo para cuentos de hadas. Evelyn arranca la purpurina y muestra las cicatrices: “Nadie merece nada. Simplemente es cuestión de quién está dispuesto a salir a conseguir lo que quiere. Y tú, Monique, eres una persona que ha demostrado estar dispuesta a salir a conseguir lo que quieres. Así que sé sincera. No hay víctimas ni vencedores. Todos estamos en algún punto entre esos extremos”

Los siete maridos de Evelyn Hugo es un bisturí que disecciona lo que significa ser mujer en un mundo que prefiere las versiones dóciles y predecibles. Es un recorrido sin censura por las elecciones difíciles, esas que todas hemos tenido que enfrentar: entre lo correcto y lo necesario, entre lo esperado y lo realmente deseado.

Evelyn te hará cuestionártelo todo. Te hará sentir incómoda, vulnerable, poderosa. Te hará preguntarte si realmente estás viviendo la vida que quieres o solo la vida que otros esperan de ti. Te hará cerrar el libro con el corazón acelerado, como si te hubieras sentado frente a una amiga que, con toda su crudeza y su cariño, te ha contado la verdad que necesitabas escuchar.

Este libro no es un refugio. Es una confrontación. Una invitación a mirarte al espejo y, finalmente, atreverte a ser la protagonista de tu propia historia.

Herramientas para el escritor en curso

10 Feb Herramientas para el escritor. Actividades en curso del taller literario en Valencia de LIBRO VUELA LIBRE

Herramientas para el escritor de la clave AK9 en los talleres de escritura creativa adscritos a LIBRO VUELA LIBRE en Valencia

Mientras continúan los homenajes a Julio Cortázar de la clave 56B y las actividades de escritura NT41 en los grupos presenciales y online de nuestro taller literario, un nuevo bloque de herramientas para el escritor formará parte de las propuestas creativas en curso de LIBRO VUELA LIBRE.

Sigue las instrucciones de tu grupo para participar en las próximas experiencias creativas de la clave AK9.

Tributos literarios a los escritores de la clave AK9:

«Estaba en la cama cuando oí la verja. Escuché con atención. No oí nada más. Pero oí eso. Traté de despertar a Cliff. Estaba como un leño. Así que me levanté y fui hasta la ventana. Una gran luna descansaba sobre las montañas que rodeaban la ciudad. Era una luna blanca, cubierta de cicatrices. Hasta un imbécil podría ver una cara en ella.»

Fragmento de Veía hasta las cosas más minúsculas, de Raymond Carver

«Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquiades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre.»

Fragmento de Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez

«Yo también reí gozosa, recibía besos, abrazos, palmaditas, baboseos, me cerraban la bata, me subían el calzón, gritaban más y empezábamos el segundo acto donde Mario se convertía en cura, Roxana en señor López y yo seguía siendo la madre tal como ahora que sigo recostada sobre estas sábanas tiesas de tanto almidón y con fuerte olor a desinfectante, sofocada por el calor del verano y los rezagos de la anestesia. «

Fragmento de Ensayo general, de Teresa Ruiz Rosas

Homenajes a Julio Cortázar. Clave 56B

29 Ene Homenajes a Julio Cortázar en los talleres de escritura creativa en Valencia de Libro Vuela Libre

Homenajes a Julio Cortázar, actividades complementarias de la clave 56B en los talleres de escritura adscritos a LIBRO VUELA LIBRE

Mientras esperamos el resultado final de todas las votaciones de los jurados de los torneos literarios de Libro Vuela Libre 2025, un nuevo bloque de tributos a la literatura de Cortázar complementará las actividades de la clave 56B de sus talleres de escritura creativa en curso.

Sigue todas las instrucciones de tu grupo online o presencial para empezar a disfrutar de las primeras propuestas inspiradas en este gran narrador del siglo XX que ha sido una de las voces más creativas de la literatura.

Homenajes a Julio Cortázar. Actividades complementarias de la clave 56B

Tributos a la literatura de Cortázar. Fragmento 1 de La señorita Cora:

No entiendo por qué no me dejan pasar la noche en la clínica con el nene, al fin y al cabo soy su madre y el doctor De Luisi nos recomendó personalmente al director. Podrían traer un sofá cama y yo lo acompañaría para que se vaya acostumbrando, entró tan pálido el pobrecito como si fueran a operarlo en seguida, yo creo que es ese olor de las clínicas, su padre también estaba nervioso y no veía la hora de irse, pero yo estaba segura de que me dejarían con el nene. Después de todo tiene apenas quince años y nadie se los daría, siempre pegado a mí aunque ahora con los pantalones largos quiere disimular y hacerse el hombre grande. La impresión que le habrá hecho cuando se dio cuenta de que no me dejaban quedarme, menos mal que su padre le dio charla, le hizo poner el piyama y meterse en la cama. Y todo por esa mocosa de enfermera, yo me pregunto si verdaderamente tiene órdenes de los médicos o si lo hace por pura maldad. Pero bien que se lo dije, bien que le pregunté si estaba segura de que tenía que irme. No hay más que mirarla para darse cuenta de quién es, con esos aires de vampiresa y ese delantal ajustado, una chiquilina de porquería, que se cree la directora de la clínica. Pero eso sí, no se la llevó de arriba, le dije lo que pensaba y eso que el nene no sabía dónde meterse de vergüenza y su padre se hacía el desentendido y de paso seguro que le miraba las piernas como de costumbre. Lo único que me consuela es que el ambiente es bueno, se nota que es una clínica para personas pudientes; el nene tiene un velador de lo más lindo para leer sus revistas, y por suerte su padre se acordó de traerle caramelos de menta que son los que más le gustan. Pero mañana por la mañana, eso sí, lo primero que hago es hablar con el doctor De Luisi para que la ponga en su lugar a esa mocosa presumida. Habrá que ver si la frazada lo abriga bien al nene, voy a pedir que por las dudas le dejen otra a mano. (…)

Tributos a la literatura de Cortázar. Fragmento 2 de La señorita Cora:

Pero sí, claro que me abriga, menos mal que se fueron de una vez, mamá cree que soy un chico y me hace hacer cada papelón. Seguro que la enfermera va a pensar que no soy capaz de pedir lo que necesito, me miró de una manera cuando mamá le estaba protestando… Está bien, si no la dejaban quedarse qué le vamos a hacer, ya soy bastante grande para dormir solo de noche, me parece. Y en esta cama se dormirá bien, a esta hora ya no se oye ningún ruido, a veces de lejos el zumbido del ascensor que me hace acordar a esa película de miedo que también pasaba en una clínica, cuando a medianoche se abría poco a poco la puerta y la mujer paralítica en la cama veía entrar al hombre de la máscara blanca… La enfermera es bastante simpática, volvió a las seis y media con unos papeles y me empezó a preguntar mi nombre completo, la edad y esas cosas. Yo guardé la revista en seguida porque hubiera quedado mejor estar leyendo un libro de veras y no una fotonovela, y creo que ella se dio cuenta pero no dijo nada, seguro que todavía estaba enojada por lo que le había dicho mamá y pensaba que yo era igual que ella y que le iba a dar órdenes o algo así. Me preguntó si me dolía el apéndice y le dije que no, que esa noche estaba muy bien. “A ver el pulso”, me dijo, y después de tomármelo anotó algo más en la planilla y la colgó a los pies de la cama. “¿Tenés hambre?”, me preguntó, y yo creo que me puse colorado porque me tomó de sorpresa que me tuteara, es tan joven que me hizo impresión. Le dije que no, aunque era mentira porque a esa hora siempre tengo hambre. “Esta noche vas a cenar muy liviano”, dijo ella, y cuando quise darme cuenta ya me había quitado el paquete de caramelos de menta y se iba. No sé si empecé a decirle algo, creo que no. Me daba una rabia que me hiciera eso como a un chico, bien podía haberme dicho que no tenía que comer caramelos, pero llevárselos… Seguro que estaba furiosa por lo de mamá y se desquitaba conmigo, de puro resentida; qué sé yo, después que se fue se me pasó de golpe el fastidio, quería seguir enojado con ella pero no podía. Qué joven es, clavado que no tiene ni diecinueve años, debe haberse recibido de enfermera hace muy poco. A lo mejor viene para traerme la cena; le voy a preguntar cómo se llama, si va a ser mi enfermera tengo que darle un nombre.