Las actividades de escritura de la clave M-24 traen esta vez a nuestro taller literario en Valencia, y a los grupos que esta temporada participarán en las actividades complementarias y en los tributos de dicha clave a través de las comunidades literarias de LIBRO, VUELA LIBRE, un desafío a la imaginación muy viajero: «El juego de las tres maletas«.
Sigue las instrucciones que se han dado en tu grupo sobre esta actividad de la clave M-24 y disfruta de este juego literario que hoy nos traslada al corazón de nuestro primer aeropuerto.
Más información y solicitud de plaza en los talleres de escritura creativa de LIBRO, VUELA LIBRE y a su programa de liberación de talentos: auroralunav@hotmail.com Grupos y horarios de los bloques en curso en el siguiente enlace: curso de escritura de LIBRO, VUELA LIBRE
Actividades complementarias de la clave M-24 en los bloques en curso del taller literario en Valencia de LIBRO, VUELA LIBRE: EL JUEGO DE LAS TRES MALETAS
Taller literario: EL JUEGO DE LAS TRES MALETAS, clave M-24. Maleta 1: Es una maleta pequeña, de piel, con ruedas, cómoda y elegante. Contiene, además de un par de mudas de colores neutros, un foulard de seda dorado, dos billetes de una función de ópera ya pasada, dos entradas para una función de teatro en París dentro de dos semanas, unos vaqueros y una camiseta que dice “ Elijo ser feliz”, una agenda electrónica con muchos nombres masculinos, una muñeca muy pequeña de trapo vestida con un tutú, un dvd de la película “Titanic”, diez barritas dietéticas, una cinta métrica, dos zapatos de tacón de aguja y un broche de cristal de Murano.
Taller literario en Valencia de LIBRO, VUELA LIBRE: EL JUEGO DE LAS TRES MALETAS, clave M-24. Maleta 2: Maleta grande, rígida, naranja, con ruedas, algo abollada y con pegatinas de hoteles de tres continentes. Contiene cuatro pares de zapatos de charol, ropa interior de talla XL de color negro, un abrigo y un impermeable, dos trajes y mucha ropa de colores alegres, una foto de la bailarina rusa de ballet clásico Polina Semionóva autografiada, un iPod con música de Johann Sebastian Bach, una invitación a un balneario de Granada , una tarjeta visa de platino, dos bolsas de bombones, una linterna, una botella de coñac y una caja de pastillas para la tensión.
Taller literario: EL JUEGO DE LAS TRES MALETAS, clave M-24. Maleta 3: Maleta mediana, rígida, negra, con ruedas. Contiene dos pares de zapatos de piel, un traje de color gris y otro azul marino, una bata de seda, unos vaqueros de color negro, dos camisetas de Guns N’ Roses, unas zapatillas rojas, un ejemplar de Herman Hess en alemán, una colección de postales parisinas, un dvd de música clásica y dos de grupos internacionales de rock.
RESISTIRE
Se me hace extraño encontrar la ciudad vacía, nunca hubiera podido imaginar que no dejaran a la gente caminar por las calles ni tampoco que un simple bichito me obligara a volver a la casa de mis padres. Tres años ya que salí de ella a toda prisa.
–¿Caballero sólo funciona su taxi en la ciudad? ¿Autobuses también? Gracias.
¡Caramba, esa canción la conozco! Resistiré, sí, de esos muchachos con chalequito y camisita blanca de la época de mis padres.
Resistiré… claro, la repondrán por la situación que estamos viviendo, resistir esta maldita pandemia.
Yo también tendré que sobrevivir al virus y al reencontrarme con mi padre, estoy segura que en cuanto le vea empezaré a encontrarle defectos, llevará el pelo teñido, la frente flaca, dientes de pez, el mostacho caído y esos ojos grises anchamente espaciados.
Continuará en la segunda mitad de su vida recuperándose de los errores de la primera; cómo me gritaba y maltrataba el muy… y luego hablaba de su vocación para llevar una forma de vida religiosa, de su inspiración interior para hacer el bien. Qué pronto se liberaba de sus sentimientos morbosos de culpabilidad siguiendo con sus instintos. Pobre mamá.
¿Aún vivirán sus tías? Dos ancianitas con aire orgulloso que van pintadas de colorete, con maquillaje y sombras, que se dan color en los ojos y llevan tal cantidad de bisutería que parecen árboles de navidad. Ni se me ocurrirá abrir la maleta delante de ellas, no quiero que vean mis zapatos de tacón de aguja, no deseo que me incomoden sus comentarios cavernarios, suficiente que las soporte mi padre por los favores que les debe.
Debo llevar adelante mi peculiar carga, aunque sienta vergüenza e impotencia no mostraré mis lágrimas reprimidas. Como dice la canción, “erguida frente a todo, como un junco que se dobla pero siempre sigue en pié”
¡Que no dure mucho la pandemia, por favor! Que me vaya pronto. Aún no he llegado y ya tengo ganas de irme.
Me gustaLe gusta a 1 persona