Herramientas para el escritor de la clave AK9 en los talleres de escritura creativa adscritos a LIBRO VUELA LIBRE en Valencia
Mientras continúan los homenajes a Julio Cortázar de la clave 56B y las actividades de escritura NT41 en los grupos presenciales y online de nuestro taller literario, un nuevo bloque de herramientas para el escritor formará parte de las propuestas creativas en curso de LIBRO VUELA LIBRE.

Sigue las instrucciones de tu grupo para participar en las próximas experiencias creativas de la clave AK9.
Tributos literarios a los escritores de la clave AK9:
«Estaba en la cama cuando oí la verja. Escuché con atención. No oí nada más. Pero oí eso. Traté de despertar a Cliff. Estaba como un leño. Así que me levanté y fui hasta la ventana. Una gran luna descansaba sobre las montañas que rodeaban la ciudad. Era una luna blanca, cubierta de cicatrices. Hasta un imbécil podría ver una cara en ella.»
Fragmento de Veía hasta las cosas más minúsculas, de Raymond Carver
«Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquiades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre.»
Fragmento de Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez
«Yo también reí gozosa, recibía besos, abrazos, palmaditas, baboseos, me cerraban la bata, me subían el calzón, gritaban más y empezábamos el segundo acto donde Mario se convertía en cura, Roxana en señor López y yo seguía siendo la madre tal como ahora que sigo recostada sobre estas sábanas tiesas de tanto almidón y con fuerte olor a desinfectante, sofocada por el calor del verano y los rezagos de la anestesia. «
Fragmento de Ensayo general, de Teresa Ruiz Rosas



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«300 gramos de construcción escena-por-escena, un buen puñado de diálogo en su totalidad, tres o cuatro puntos de vista en tercera persona, detalles simbólicos de status de vida…», dice Tom Wolfe que es la receta del bestseller. No me refiero a las novelas de calidad que el público convierte en bestseller como Cien años de soledad o incluso algunas novelas clásicas, que son un verdadero goce estético, sino a las preparadas con ese fin comercial.







