Actividades de escritura en curso. Torneos literarios 2025

22 Dic

Actividades de escritura de los torneos 2024-2025 de los talleres literarios adscritos a LIBRO VUELA LIBRE en Valencia. Paneles de juego en curso

Actividades de escritura en Valencia de los talleres literarios de Libro Vuela Libre en Valencia. Torneos 2025

El escritor suizo Martin Suter, con su obra Lila, Lila; una de las voces más significativas de la Generación del 27: la poeta, prosista, dramaturga y ensayista Carmen Conde, con su poema Límite; y el escritor mexicano Juan Rulfo, con su novela corta El gallo de oro, protagonizarán los tributos literarios de la primera fase de los torneos 2024-25 de los talleres de escritura de LIBRO VUELA LIBRE, que este año tienen tres paneles de juego: el lila, el cobrizo y el dorado.

Duodécima edición de los torneos literarios de invierno de LIBRO VUELA LIBRE

En estos torneos de invierno, de temática libre, pero sujetos a premisas de escritura comunes, los participantes volverán a dar rienda suelta a su imaginación y formarán parte de una dinámica grupal que los posicionará tanto en el rol de creadores como en el de jurado. En esta edición de los torneos participará también un jurado externo, integrado por especialistas de la cultura y la crítica literaria, cuyas votaciones tendrán este año un peso en la valoración final del 60%.

Si eres uno de los autores en formación de los talleres de escritura creativa de LIBRO VUELA LIBRE que ya ha sido invitado a participar desde las 00:00 h del 23 de diciembre de 2024 a las 00:00 h del 7 de enero de 2025 en alguno de estos paneles de juego, sigue las instrucciones de tu grupo de escritura presencial u online y participa en la primera fase de los duodécimos torneos literarios de LIBRO VUELA LIBRE, que este año obsequiarán al ganador o ganadora con una cesta literaria personalizada por el comando liberalibros, el diploma acreditativo del ganador 2024-25 de los torneos y la publicación del relato premiado.

Actividades de escritura. Paneles de juego lila, cobrizo y dorado

Panel lila. Actividades de escritura en curso

( 2 de 3)

La señora Bügler había encargado tapas para seis «porque alcanzan para diez». Resultó que las tales tapas no eran más que unas lonchas de embutido y algún que otro trozo de pescado ahumado. Lo justo para seis personas, consideró David, que no había comido al mediodía.
El público que había asistido a la lectura de David estaba reunido casi al completo en aquella cueva que olía a tabaco, en torno a una mesa larga. Solo faltaban las dos señoras mayores de la primera fila. Eran dos hermanas solteras, le explicó la señora Bügler, que no se perdían ni una lectura. Al comienzo del acto habían provocado la risa de los demás, cuando la más sorda de las dos le gritó a la otra: «¡No oigo nada!», y la hermana le contestó, también a gritos: «¡Es que no dice nada!»

Fragmento de «Lila,Lila», de Martin Suter

( 2 de 3)

3, 2 o 1

Panel dorado. Actividades de escritura en curso

( 2 de 3)

Dionisio Pinzón abandonó la plaza de gallos llevando en sus manos unas cuantas plumas
y un recuerdo de sangre. Fuera, rugían los gritos de la feria; las diversiones; el anuncio de las
tandas en las carpas; el pregón de las loterías; de la ruleta; las voces sordas de los albureros y
de los jugadores de dados, y las voces ladinas de los que invitaban a los mirones que atinaran
dónde había quedado la bolita. Hasta él llegaba todavía el rumor del palenque; el hedor a
humo y alcohol que opacaba el de la sangre regada en el suelo y el de los gallos muertos,
deshuesados, colgados de un garabato. Y los gritos de un público frenético que clamaba: ¡Ése
es reguindón! ¡Está entumido! ¡Viva Quitupan! que a su vez apagaba la doble voz de las
cantadoras y el ruido hueco de las cuerdas del tololoche. Todo mezclado con el confuso
griterío de los mercaderes, tahúres y músicos ambulantes.
Lo trajo a la realidad el traqueteo de los dados en un cubilete y el rodar de éstos sobre la
verde franela. Allá dentro del palenque había vuelto el silencio, terminado ya el intervalo
entre su pelea y la que ahora se libraba.

Fragmento de «El gallo de oro», de Juan Rulfo

3, 2 o 1

87 respuestas to “Actividades de escritura en curso. Torneos literarios 2025”

  1. Avatar de Larva
    Larva 28 de diciembre de 2024 a 16:54 #

    Título: Unida a tu recuerdo 

    No recuerdo muchas cosas sobre mi abuelo. Recuerdo su casa y su clima cálido, los viajes en los que hacía de chofer y los helados que comíamos por la tarde siempre de sabores diferentes. Nunca lo vi en su edad dorada; lo que empezó como un pequeño olvido se transformó raudamente en una condición que a mí me asustaba, me congelaba la médula de mis pequeños huesos. Cada vez que lo visitaba me encontraba con una imagen suya más enajenada, era normal que no comiera, ya no sabía cómo ponerse la ropa y no iba al baño solo. Las navidades, aunque felices, estaban opacadas por su estado mental, lo que causaba peleas con mi abuela y mis tías. Las inconsistencias en su memoria eran cada vez más inquietantes: se escapaba de la casa, engañaba a la gente para que lo ayudara y escondía objetos que nunca encontramos, como unas gafas mías. 

    El día en que mi madre y yo llegamos a su casa y lo vimos sobre una vieja mecedora, esquelético y tenue casi transparentoso, fue el día que comprendí la magnitud de su aflicción. Mi madre al verlo tuvo que encerrarse en el baño, gesto que yo no entendí hasta muchos años después, a llorar. Me conmovía estar cerca de él. Una tarde un primo y yo quisimos salir a caminar con él, pero él se resistió; se cayó y se raspó el codo y la rodilla, ese recuerdo de sangre todavía me persigue; el contraste, entre su piel vieja y esa situación tan infantil más la inhabilidad de poder comunicarme con él, me descolocó. Mi miedo tenía su raíz en ese desconcierto: ¿Cómo a alguien se le puede olvidar ser sí mismo? ¿Las personas que lo rodeábamos éramos extrañas para él? ¿A dónde se fue su pasado, sus recuerdos, su presencia? ¿Podría acordarse de mí igual que yo de él? Mi abuelo murió a los setenta y nueve años, y unas semanas antes de morir lo visité. Estaba sentado en una silla de plástico, en frente de su casa, a la sombra, comiéndose un helado de chocolate rodeado por sus hijas; me acerqué a abrazarlo y él me dio un beso untado en la mejilla. Con aquel ruido hueco entendí que sí: en algún lugar dentro suyo él me llevaba a mí, como yo a él.

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  2. Avatar de Blue rain
    Blue rain 29 de diciembre de 2024 a 11:11 #

    VIAJE DEL ESTE

    -Daos prisa, que llegamos tarde al baby shower. Y coged los regalos, no tengamos un pequeño olvido como la última vez. Al aterrizar, decidieron hacer noche en un hotel lujoso; cuantas más estrellas mejor. Al día siguiente alquilaron un coche y llegaron a destino. Dejaron los regalos juntos al bebé, franqueado por dos perritos, que observaban al nuevo miembro como dos pequeños mirones. Cuando se fueron, los padres hablaron entre sí. -¿Pero, para qué sirve un incensario de mirra? -Es una resina, ignorante. Los dos rieron, como siempre. Se conocían desde niños, y confiaban el uno en el otro. De otra forma él no hubiera aceptado cosas que desafiaban a la ciencia.-¿Qué hacemos con el lingote, lo fundimos? – Sí, así podemos hacer una corona al niño. Dicen que guiará a los hombres, aunque su reino no será de éste mundo.

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  3. Avatar de gtlpastor
    gtlpastor 30 de diciembre de 2024 a 8:43 #

    El final de la soledad

    A veces hay que inyectarse fantasía para no morir de realidad.

    Salvador nació en la soledad de una madre soltera. Creció en el desierto de un centro de acogida. Aprendió solo a leer; y vivió al amparo y refugio de la calle, entre el aislamiento de la multitud y unas rígidas pautas comunitarias.

    En su edad dorada, cuando la madurez suele llegar acompañada del grado de satisfacción que aminora dificultades, siguió estando solo. Los cuatro cartones que le cobijaron eran como el incensario de mirra que desprende ese aroma cálido necesario para estar tranquilo y aliviado de mente.

      En una noche de invierno, protegido junto las paredes de la iglesia del pueblo, escuchó un impulsivo ruido hueco de campanas, como una voz susurrante y sin sonido; la única con la que hablaba. Las luces de la calle parpadearon y un agradable helor rodeó todo su cuerpo descubriendo la sensación de no estar solo.

    En un instante intemporal, envuelto y poseído por el plácido frio, se transportó a un nuevo universo. Una joven, completamente desnuda, lo envolvió abrazándole y susurrándole al oído. Cerró los ojos al sentir un mundo de nuevas sensaciones: la anhelada unión que tanto añoró en su soledad.

    Al día siguiente, con tañido lento, las campanas tocaron a muerto.

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  4. Avatar de John Stone
    John Stone 31 de diciembre de 2024 a 14:37 #

    LA MEJOR HERENCIA

    El secreto mejor guardado por mi querida abuela era su famoso licor de lilas. La señora sobrevivió una guerra, fue perseguida por crímenes cometidos en ella, pero así y todo, lo que jamás contó fue como logró hacer su licor. Tres generaciones nos peleamos y competimos para ver quien recibía el papelito, quien se convertía en el próximo gran licorero. La vieja desgraciada. Nos dejó sacarnos los ojos, nos miró sin decir nada mientras las palabras más cruentas se cruzaron. Jamás dijo nada. No tomó partido, no mostró favoritismos. Que iba a decir, si vio e hizo cosas peores en la guerra. La muy desgraciada. Nos dejó en vilo, nos mantuvo en suspenso hasta su último suspiro.

    Echada en su lecho, nos reunió, éramos seis personas. Los finalistas de una competencia que nadie entendía, pero que nadie quería abandonar. Los parámetros, las reglas nunca estuvieron claras. Por las dudas las rompimos todas. Allí estábamos, los últimos seis, los afortunados. Rodeando un saco de piel y hueso que tenía en sus manos nuestras fortunas. Nos miró por turnos, nos midió, sopesó y fue descartando.

    —Tu, pantalones anchos, ¡fuera!

    Esa bala me rozó. Mi hermano a mi derecha la miro y por un segundo pensé que la mataba ahí mismo. Relajo los hombros, derrotado, se dio vuelta y siguió a un primo, el rarito de la familia, a un tío, y a su propio hijo. 

    Quedábamos dos.

    Mi intuición secreta me decía que había ganado, la competencia era la hermana de la abuela, la más sorda de la familia. Mire con ansias el papel amarillento que la vieja estrechaba como a un salvavidas en altamar. Prácticamente podía tocar ese papel amarillento que la vieja aferraba como si fuera un salvavidas en alta mar. Iba a ser famoso, lo sabía.

    Ella habló. No la escuché. Yo ya celebraba.

    —¿Que festejas? Que te vayas dije.

    La sorda me miró y tiró una sonrisa tan venenosa como desdentada. Se sostenían las manos, lo tendría que haber visto venir. Su hermana. Vieja puta.

    Aunque sea me quedan sus terrenos.

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    • Avatar de NachoLuis
      NachoLuis 22 de enero de 2025 a 20:43 #

      Yo, NachoLuis, le doy mi voto a John Stone

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  5. Avatar de Zósimo
    Zósimo 1 de enero de 2025 a 17:13 #

    EL BELLO GRIEGO                                  
    Argenis Eolo permanece en su cuarto oscuro tan silencioso como una tumba, yace inmóvil, tan abatido por el calor que apenas puede respirar, se incorpora en su cama sobre varios almohadones, y observa las persianas cerradas que cortan el paso al calor del día. 
    A su alrededor los demonios arman jaleo, y no puede concentrar su mente para superar el sufrimiento que le aqueja. A excepción de la mano que sujeta la pluma, y que agita como a un pajarillo enloquecido y debilitado, su mente vaga impropiamente, y la mirada perdida la ha fijado sobre la hoja en blanco que mantiene sobre la mesa. 
    Si se dejara llevar por sus sentimientos, garabatearía lo más profundo de sus emociones, pero serían manifestadas en ausencia de la razón, y quizás, no sería conveniente hurgar en las heridas.
    La explicación más sencilla suele ser la más probable y mejor aceptada. ¿De qué le serviría lanzar al aire el gorjeo de los pájaros? La excusa o la mentira son tan indigestas como las moscas de la fruta, y los dioses no son ignorantes, ni crédulos.
    En su edad dorada, se cree un hombre que ha recorrido en su vida un curso tan serpenteante como un río caudaloso, y ni en sus sueños más tumultuosos ha logrado cabalgar sobre las olas del mar; ha madurado en la pobreza y conoce el coste de
    perdonar. En un pequeño olvido se vio reconocido es su batalla interminable, y en un descerebrado impulso arrogante saltó en pedazos su crédito.
    El alcohol le envalentono, y en su locura, se acomodó un antifaz como el que ciega a los caballos que cabalgan hacia el precipicio más voraz, sin valorar el peligro, y se lanzó a cuerpo tras los persas. Ahora está postrado, y observa lastimosamente su
    cuerpo mutilado. En su recuerdo de sangre, ¿dónde quedaron brazo, pierna y atributos varoniles? 
    Crueles como los astros, los dioses son arbitrarios y volubles; por ellos se inclinó, luchó y sirvió. Son seres sutiles que viven en el aire, pero él, que se siente como un árbol frondoso tan profundamente enraizado en la tierra no comprende su
    olvido. Han abandonado a su servil soldado; esos dioses malvados como la serpiente que no pica porque la pisas, pica para que no la pises, así son de vengativos.
    Su cuerpo descansaba sobre sabanas de lino cuando Afrodita se deslizó en su lecho, y juntos construyeron un lugar para el placer. En todo el universo ella es la única que excita pasiones, tan deliciosas como satisfactorias.
    Esos Dioses recelosos, desconfiados, temerosos de perder a su diosa del amor, del deseo y de la belleza, ¿tanto castigo le disteis al héroe? Sabed Dioses que entre los griegos, el placer siempre se ha hallado fuera del matrimonio, en otros lechos, y bien cierto es, que Afrodita nunca fue vuestra del todo.
    En la soledad de su alcoba, solo, con un cuerpo diezmado, con su inmensa condena, como si hubiera otra pena que mereciera ser tenida en cuenta, aprieta la pluma en su mano e implora piedad, perdón y auxilio en su desgracia, nunca más
    ofenderá a los dioses que todo lo pueden.

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    • Avatar de Pilar
      Pilar 20 de enero de 2025 a 20:07 #

      HALCÓN BLACO VOTA A ZÓSIMO, EL BELLO GRIEGO.

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  6. Avatar de Audífono sonoro
    Audífono sonoro 2 de enero de 2025 a 15:22 #

    TÍTULO: EL ESPANTAPÁJAROS

    Me despierto agitada, miro el reloj del móvil: son las siete y quince.  Me incorporo y bebo agua del vaso que, antes de acostarme, coloco en mi mesilla de noche.

    En mi mente aún aparecen nítidas las imágenes de un sueño recién vivido. Necesito retenerlo, no deseo sumar otro pequeño olvido a mis temblores nocturnos; otro más sin desenmascarar. Voy al despacho, enciendo el ordenador; revivo mi entrada en la parroquia de El Buen Pastor, que he reconocido, y tecleo la palpitación vivida:

    «Una y otra vez agito el incensario de mirra. Sujeto la cadena con la mano izquierda; con la derecha lo bato e impregno con su aroma la iglesia vacía. Como cirio pascual, me ilumino por dentro; mientras, ejecuto un aquelarre prendido en mis carnes desde que un eco sordo entró en mi vida.

    Una mujer vestida con falda por debajo de la rodilla y chaqueta, ambas de color azul marino, asciende por los escalones hacia el altar donde me encuentro. Llega a mi lado, me reconoce, cierra su sonrisa, yo abro la mía y le lanzo el incensario en la cara; ella cae rodando como un espantapájaros derribado por el aire.

    Un ruido hueco retumba en mi audífono que me acompaña como un ángel de la guarda. Veo sus ojos paralizados y me late la venganza, reivindico lo anclado en mi rostro desde mi infancia; aquella sangre no derramada que invadió mi oído, y lo mató como ella lo está ahora.»

    Decido ir a la iglesia donde me bautizaron y en la que tomé la primera comunión.

    Entro en el templo; se está celebrando una misa de difuntos. El cura nombra a la finada. Reconozco su nombre y su apellido: mi profesora de primaria.

    Por fin, puedo borrar su bofetada.

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    • Avatar de Yukio Mishima
      Yukio Mishima 19 de enero de 2025 a 11:47 #

      Yukio Mishima doy mi voto a Audífono Sonoro

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    • Avatar de Anna Frederick
      Anna Frederick 20 de enero de 2025 a 8:59 #

      Yo, Anna Frederick te voto a ti Audifono Sonoro por tu relato Espantapájaros.

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  7. Avatar de Isabel Delaforte
    Isabel Delaforte 3 de enero de 2025 a 8:57 #

    Isabel

    Mis manos, temblorosas, lejanas, ajenas, son la única parte de mi que está fuera de la esfera. La única parte de mí que ellos no controlan. La única que siento. El dolor es absorbente. Agonizador. Cegador. Quiero morir. Esa certeza se planta sobre mí como una verdad sonriente. Una verdad eterna. Odio esto. Odio no poder casi respirar. Odio sentir como me ahogo. Odio oír cómo se ríen de mí cada vez que cometo un error. Como si ellos no los cometieran. Como si fueran inmunes. Quiero morir. Eso es lo único que sé. Lo único que tira de mí hacia fuera, como un hilo de cobre que se aferra a mi corazón, luchando por arrancarlo, por convertirme en lo que ellos quieren. Pero… ¿Qué quiero yo? ¿Quién soy yo? De mi lengua tira un nombre, sin embargo no es mío. No tiene dueño. Vive en mi memoria, adueñándose de un recuerdo que es más similar a un sueño lejano. No es mío. Aunque… No. Cierro los ojos e inspiro hondo. Uno. Dos. Tres. El nombre vuelve a estar ahí. Casi lo tengo. Pero se va. Huye. Lejos. Muy lejos. Va al lugar en el que no soy dueña de ellos, en el que no tengo el control. Duele. Mucho. Demasiado. Quema. Abro los ojos otra vez. Nada. Solo una oscuridad tan profunda que bien podría ser el más allá. Recojo mis brazos y rodeo mi cuerpo con ellos. Las puntas de mis dedos son leves tirabuzones de denso negro. Trato de cerrarlos. No puedo. No puedo moverlos. No puedo moverme. Grito. Una y otra vez. Suplicando. Quiero salir. Por favor. Solo ansío eso. Pero el dolor solo se intensifica. Aún no puedo salir. Vuelvo a cerrar los ojos y la única certeza que tengo se adueña de mis pensamientos. Quiero morir. Y con eso se acaba todo. 

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    • Avatar de Lucy
      Lucy 20 de enero de 2025 a 22:28 #

      Yo Lucy doy mi voto a Isabel Delaforte.

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  8. Avatar de Julia Ayala
    Julia Ayala 3 de enero de 2025 a 9:55 #

    A medianoche

    El recuerdo del día anterior le atravesó la cabeza en el peor momento. Las imágenes pasaban ante sus ojos como en una de esas películas de la edad dorada del cine. Por fin había conseguido el trabajo de sus sueños, pero debía mudarse desde el pueblo en el que se había criado a la gran ciudad. Sus padres insistieron en alquilar un coche más grande y ayudarla a llevar las cajas a su nuevo apartamento minúsculo. Se había pasado el día refunfuñando: discutió con su padre, puso los ojos en blanco ante las ideas de su madre, se preocupó por aquel pequeño olvido perpetuo que le taladraba la cabeza… Ya era de noche y todo había terminado, cuando el maletero se cerró con un ruido hueco y sus padres se pusieron en marcha de vuelta al pueblo. Se dejó caer en la cama y se durmió profundamente con los huesos y los músculos machacados y gritando por una tregua.

    Se había despertado con el estridente ruido del teléfono, había escuchado las palabras inconexas al otro lado. No recordaba bien cómo se había vestido, sí cómo se había echado el abrigo por los hombros y había cogido el bolso, mientras llamaba a un taxi que la dejó en la puerta de aquel lugar inhóspito. La acompañaron a una sala en el sótano y, rodeada de sonidos vibrantes, levantaron las sábanas. La de su madre a medias para que no viera la mitad de su cara destrozada, la reconoció por el color de uñas que habían elegido una semana antes. Su padre estaba intacto. La arcada que le subió desde el estómago la hizo caer de rodillas en la papelera de la esquina y soltar una bilis caliente y amarga.

    Sumergida en sus recuerdos, se sentó en el pasillo y una policía se acercó para contarle que el accidente no había sido culpa de ellos: otro se había saltado un semáforo y los había embestido. Cerró los ojos y sintió cómo se alejaban la policía, el pasillo y el sótano; cayó en una oscuridad negra y entonces los abrió. Al principio no reconoció el lugar, su atención se dirigió a la luz que salía de su mesita de noche. En la pantalla del teléfono brilló un mensaje de su madre: “Ya estamos en casa”. Lo sujetó contra su pecho y, aquella noche, todos los vecinos del edificio la oyeron llorar.

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  9. Avatar de Enma Boira
    Enma Boira 3 de enero de 2025 a 11:43 #

    LA HUIDA

    Con el susto todavía en el cuerpo, salió a primera hora de la mañana portando una maleta con lo imprescindible. Vació la cuenta que había compartido con su madre, cambió de teléfono móvil por uno de prepago y emprendió el camino hacia el pueblo donde había pasado los veranos cuando era niña, la edad dorada, según guardaba en su memoria.

    Encontró una casa acogedora, abrió las ventanas de par en par y dejó que el sol de la mañana la fuera llenando de luz. Sacó un pequeño incensario de mirra que había traído consigo y mientras el aroma se expandía, ella se iba despojando del miedo, como si una nebulosa lo fuera cubriendo todo.  Se quedó dormida y cuando despertó, el silencio de la noche le devolvió los rostros de aquellos dos hombres que la habían agredido y que volverían si no dejaba la investigación.

    Se aseguró de cerrar todas las ventanas, la puerta de la calle, y buscó algún objeto con el que poder defenderse, se metió en la cama cubriéndose hasta la cabeza con el edredón.  

    Un ruido hueco la despertó. A oscuras, se fue levantando mientras cogía el cuchillo de cocina que había guardado debajo de la almohada. Desde algún rincón, una voz conocida la dejó paralizada.

    -Enma ¿Cómo te has ido sin decirme nada?

    Con la boca seca y el corazón en la garganta, recordó la paliza de aquellos dos tipos y las llamadas de socorro a su novio sin obtener respuesta. Ahora no sabía qué hacia allí y si podía confiar en él, pero tenía que actuar con rapidez porque su vida pendía de ello.

    Con el cuchillo en la mano y disimulando el pánico que sentía, le dijo: – ¿Qué haces aquí y por qué no viniste en mi ayuda?.

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  10. Avatar de Lucy
    Lucy 3 de enero de 2025 a 12:13 #

    La noche tintada de rojo

    Serví el último licor de lilas de la noche a un hombre que estaba más allá que aquí. Decía entre lágrimas que se intentó suicidar lanzándose al mar junto a su amante. Ella murió y él sobrevivió. Esto no es más que algo habitual en este barrio rojo, otra de las mil locuras que tengo que escuchar y atender en el burdel. Aunque prefiero mil veces esto a ser prostituida como un mero objeto sexual. Me despedí de mis supuestas compañeras y fui al vestuario. Dejé la ropa del trabajo y cogí la cinta para tapar mi pecho. Me puse las botas, los pantalones anchos y una chaqueta cutre. Con todo esto, una gorra y un poquito de maquillaje, mi tapadera de hombre estaba hecha. Las calles estaban repletas de borrachos, prostitutas y demás. Sin duda, era peligroso ir por aquí siendo mujer. Al pasar por una callejuela de poca monta, observe a seis personas alrededor de algo. Hice caso omiso y seguí mi camino. Mi intuición secreta me decía que estaban “devorando” algo. No quería convertirme en su nueva presa. Suspiré, ¿cómo ha acabado todo esto de esta manera? Desde la muerte de mis padres y la deuda que dejaron, tuve que dejar la universidad, y al final, todo ha culminado en una horrenda leitmotiv de mis propias desgracias compuesta ni más ni menos que por la vida misma. Suspiré. Qué sueño tengo, joder. Desearía que un Sandman del folclore alemán me echase de esa arena mágica en mis ojos, incluso le permitiría que se sentará en mis párpados para dormir en paz. De nuevo, volví a suspirar. Sin darme cuenta ya estaba en mi piso. Cabizbaja, me dispuse a abrir la puerta, pero, de repente, unos pequeños monstruos salieron de esta misma, abalanzándose hacia mi. Mi hermana y mi hermanito, la razón por la cual hago todo esto. Con una gran sonrisa, les devolví el abrazo.

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  11. Avatar de Saturnalia
    Saturnalia 3 de enero de 2025 a 17:29 #

    ENTRA Y JUEGA

    Al cerrarse la puerta, con el sonido seco del cristal, el dueño de la tienda levantó la mirada y vio a una niña. Se había dado cuenta de que entraba para esconderse; pero ignoró su miedo. Con voz áspera le dijo que no molestara a los relojes.

    El tictac se sincronizaba con el ruido hueco de sus pisadas. La niña prefería huir a llorar. Ella nunca lloraba; jamás. Simplemente ansiaba que el tiempo pasara rápido. Se acercó al mostrador donde, tras el humo del incensario de mirra, se encontraba el viejo de la tienda.

    —¿Vende usted relojes?

    —No, aquí solo se compra tiempo.

    Sorprendida ante la respuesta pensó que estaba en el lugar equivocado.  Cuando había visto el cartel de la puerta, «Entra y juega», imaginó que se trataba de una juguetería.

    —¿Cómo se compra tiempo?

    —Como todo: con dinero.

    —¿Cuesta mucho?

    —Depende. ¿Cuánto necesitas y para qué?

    —Quiero ser mayor y no tener miedo.

    Aunque sabía que había pedido algo imposible,  buscó en sus bolsillos monedas y rastreó su mochila para recaudar cualquier céntimo perdido. Estiró la mano para mostrar todo lo que tenía. El viejo, con gesto frío y distante, cogió el dinero. Abrió la cortina de la trastienda. Señaló el reloj guardado y le dijo que pensara en su deseo y le diese cuerda.

    —Entonces, ¿desaparecerán mis problemas?

    —Para nada; pero se hará justicia.

    Se quedó sola. Tras un pequeño olvido su mundo se desvaneció. Delante de la esfera del reloj vio su reflejo y, al fin, se convirtió en llanto.

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  12. Avatar de Geiral
    Geiral 3 de enero de 2025 a 19:27 #

    NOS VEMOS

    Bajo la fuerte luz de las seis de la tarde salimos al fin a la calle. Me recibe un ajetreado pulular de personas como es habitual a esas horas. Gente que va a casa, que viene del trabajo, o simplemente pasea ociosa. Caras familiares, más que otros días. Apenas se oye hablar entre ellos.

    Hace una tarde primaveral, aunque ha refrescado tras la fina lluvia del amanecer. Lluvia que no ha sido suficiente para embarrar el suelo. Lo que ayuda a oír el oceánico siseo del roce de las suelas con la tierra quebrada.

    La calle parece diferente. Ancha, desangelada, rotos algunos cristales. Ropa tendida sin pudor, eso no puede faltar. Muchachas en algún balcón esperando a ese hombre que les haga sonreír. Esperando un sueño que no llega.

    Pasamos junto al bar al que suelo entrar al terminar el día de trabajo. Siempre hay algún conocido, amigo o no, pero conocido. Trágico el nombre del bar “Licor de Lilas”. Me lo confesó un día el dueño. Era el santo y seña en esa noche aciaga en la que disparó por error contra su mejor amigo que se arrastraba hasta su posición. No escuchó su voz y vació el cargador de su fusil hacia las sombras. Curiosa manera de mortificarse cada día al subir y bajar la persiana. Su postguerra era aún su guerra interna.

    Los escaparates, los de siempre. “Chocolates de Matías López”, tres patios más, “Ropa de Trabajo” junto a “Arreglos a medida”. Curiosa forma de complementarse ambas tiendas. En una, compras la ropa, en la segunda, la solución para los pantalones anchos.

    Llegamos ya. Solo media puerta abierta. La otra sigue atrancada desde hace años. Cuesta entrar. La gente se saluda, algunos lloran, otros solo miran.

    Una, dos, hasta seis personas ayudan a situarme en la que será mi casa para la eternidad. Siento frío. El silencio. El adiós. El olvido.

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  13. Avatar de Tracy C.K. Dexter
    Tracy C.K. Dexter 3 de enero de 2025 a 21:46 #

    Otro 5 de enero

    Una vez más es cinco de enero. Miro en el ordenador las fotos que hicimos aquel día con una mezcla a partes iguales de dolor y dicha. Era nuestra edad dorada sin saberlo; ella, discreta y callada, nos acunaba entre risas, calor y besos. El frío volvía rosas nuestras mejillas mientras el sol nos calentaba la espalda. 

    De haber tenido conciencia de que era nuestra edad dorada, estoy segura de que todos habríamos capturado aquel domingo de enero, desechando todo el ruido hueco. Mirándonos atentos, habríamos percibido el cambio de color de nuestros ojos al traspasar las retinas los dulces rayos del sol, habríamos grabado nuestras conversaciones, nuestros tonos de voz; y también los silencios, esa cadencia que en ocasiones cuenta más que las palabras. Y el roce de tu mano con la mía al caer la tarde, cuando me acercaste la copa de cava. Todo. Absolutamente todo, para que no hubiese en mi memoria ni un pequeño olvido. 

    El sonido del móvil avisando de que he recibido un whatsapp me hace regresar desde aquel día. Alguien me felicita por Reyes, me desea que me traigan todo lo que me haga feliz. 

    Vuelvo de nuevo a las fotografías y, después, a la tecla del ordenador con una flechita hacia atrás. Coloco mi dedo sobre ella con cuidado, sin apenas rozarla. Cierro los ojos y con una buena dosis de incredulidad llena de esperanza pido, por primera vez en mi vida, un deseo a mi hada madrina: Hada madrina, concédeme regresar a aquél día.  

    De pronto, una voz resuena en mi salón, parece provenir de un mundo lejano.

    — Vaya, a estas alturas de tu vida, pensé que nunca me llamarías. Caray, hemos tenido que esperar a tus 55 años. Has de saber que en el transcurso de tu vida, siempre he tenido grandes soluciones a tus disyunti

    vas y una piscina repleta de algodones mullidos por si te lastimabas. Y ahora, por fin, me das esa oportunidad. Me haces muy feliz. De manera, Alicia, que deseas regresar al 28 de Enero de 2011. Si regresas, esto será lo primero y único que te conceda, para que cada día, cada hora, cada instante, con cada palabra, cada gesto, cada beso, cada abrazo, no olvides que son tus últimas oportunidades. En definitiva, te estoy regalando el sentido de la vida. 

     Pulso la tecla.

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  14. Avatar de Providence
    Providence 4 de enero de 2025 a 2:25 #

    Brindis

                A  Xima le hubiera gustado su propio funeral. Supongo que sus hermanas recataron de la memoria alguna conversación sobre el tema. Como mejor amiga de la fallecida, he de decir que acertaron.  

                Había para picar muchos canapés, frivolidades y lonchas de embutido formando un cucurucho relleno de ensaladilla. La bebida tampoco faltaba, en vasos y copas de crital, como Xima hubiera querido.  

                En una mesa aparte, me esperaba una sorpresa que casi me hace derrumbarme  de tristeza: dos botellas de licor de lilas y vasitos puestos a enfriar en una bandeja de hielo. Era nuestra bebida favorita de jóvenes, como un  licor fetiche que para nosotras lo curaba todo y lo tomábamos en ocasiones especiales. Nos hacía sentir especiales.

                Un empleado entró a dejar un ramo y entre los claveles amarillos había una foto, y a la gente le pareció raro. Yo reconocí la foto. Xima y un chico estaban medio abrazados, los dos muy jóvenes, con cabellos largos y pantalones anchos. Alguien preguntó quién era el chico.

                —Jaime, el primer novio— oí que respondía una de las hermanas—aquel que era cooperante.

                Lo encontré junto a la mesa del licor de lilas. Se había servido y bebió el vasito de un trago. Nos abrazamos. No lo había visto desde la boda de Xima, hacía treinta y siete años. Entonces apareció en la iglesia; vio casarse a su antigua novia y se fue sin hacer ruido.

                —Hacía mucho tiempo que no lo probaba. ¿Y tú? Siempre fue un licor difícil de encontrar.

                —Bueno, cuando Xima se divorció volvimos a reunirnos y recuperar viejas tradiciones. Nos hubiera gustado volver a verte.

                Por un momento fue como si no hubiera pasado el tiempo, como si siguiéramos siendo amigos y nos volviéramos a ver después de un verano. Tuve la intuición secreta de que él sentía lo mismo. Volvió a llenarse el vasito y me sirvió a mí. Hizo un gesto de un brindis, pero estábamos demasiado emocionados para decir nada. Brindamos en silencio en honor de mi amiga y de su eterna exnovia. Él lo volvió a beber de un trago.

                — No lo bebíamos tan frío cuando éramos jóvenes.

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  15. Avatar de Kali
    Kali 4 de enero de 2025 a 5:37 #

    Justicia divina

    Justicia divina

    Olores a humedad, a animales en avanzado estado de putrefacción, combinados con el almizcle de hombres viejos, grasientos y sudorosos, se abren paso en los tugurios de Mumbai. Perfumes que se convierten en la antesala de historias de terror repetidas una y otra vez.

    Un niño de piel bruñida, tembloroso y arrinconado en una tétrica habitación escasamente iluminada por unas esferas, luces parpadeantes portadoras de oscuridad. Rezos a la diosa Kali pidiendo que la cabeza del hombre desnudo que tiene delante de él cuelgue de su collar. Sus ojos con reflejos de incomprensión, no le quitan la vista a la persona que más odia esta noche, mañana odiará a otro hombre, ayer odió a otro. Así ha sido desde hace más de dos años, y él sabe que seguirá siendo así.

    Un hombre de ciento veinte quilos de grasa engulle un vaso de güisqui tras otro mientras le observa con ojos llenos de lascivia. Se desplaza tambaleándose por la habitación con la intención de descargar las frustraciones de su inmunda existencia sobre el cuerpo del inocente. El niño, cansado de su maldito destino intenta evitarlo, sin suerte.

    Kali observa; un violador dormido, un niño con el alma abatida, un vaso de güisqui y un enchufe destartalado. ‹‹Es hora de hora de adornar mi cuello con otra cabeza›› piensa mientras vacía el vaso en el enchufe. El hilo de cobre que iluminaba las esferas de luz eléctrica ahora lo hará con un fuego purificador que supondrá la salvación del inocente y la condena del violador.

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  16. Avatar de Joy
    Joy 4 de enero de 2025 a 10:41 #

    El olor del chocolate 

    Tan pobre o tan rico como se puede ser en este mundo, en Santa Inés, un pequeño poblado michoacano de mujeres y niños, vivía Melchis. Los hombres migraban hacia la Tierra Prometida en busca de dólares, ese oro verde todopoderoso, capaz de menguar el dolor y comprar la felicidad.  Al final, ya fuera porque los pillaran en la frontera antes de pisar el Edén, o porque se escondieran en los plantíos de la libertad clandestina, sus sueños se esfumaban, al igual que el olor del chocolate disuelto en agua, que por las tardes preparaban las mujeres en el pueblo para calmar el hambre de sus mal nutridos hijos, con la esperanza de poder comprar un poco de leche al día siguiente, o cuando llegaran las pepitas del anhelado metal.

    Poco antes de Navidad, Melchis llevó a su hermanito enfermo con Doña Elvira, una curandera bien intencionada y poco capacitada, que después de revisar a los pacientes, les hacía beber algún brebaje. Los que sanaban, lo hacían más por su propia resistencia, que por el efecto mismo de la toma. En la cabeza de Melchis, la cruda realidad de la pobreza se pintaba con luces de fantasía, propias de esa edad dorada, capaces de cambiar al mundo con su mágico pincel y enmarcarlo en la sencillez de la inocencia. 

    ─No llores mami, será mañana que vendrá papá y traerá regalos para todos. Además, vendrán los Reyes Magos; a ti te traerán un nuevo chal, y a mí, una muñeca de ojos claros. Doña Elvira me dio este frasquito con agua morada, dijo que Samuel se aliviará pronto si se la toma ¿Sabes que el morado, es el color de las hadas─? 

    Esa Navidad, no regresó papá a casa, Melchis tampoco tuvo su muñeca de ojos claros; pero ante la ilusión de su mirada, el vapor del chocolate en agua se transformó en bucles dorados que subieron al cielo, como si de un incensario de mirra se tratase. La niña grabó esa imagen para siempre, y la heredó a su descendencia, como un cálido recuerdo de sangre.

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    • Avatar de Larva
      Larva 20 de enero de 2025 a 18:00 #

      Yo Larva doy mi voto a Joy.

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    • Avatar de José Luis Blanco
      José Luis Blanco 21 de enero de 2025 a 12:35 #

      Zósimo vota a favor de Joy

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    • Avatar de Sinfonia
      Sinfonia 22 de enero de 2025 a 17:14 #

      yo, Sinfonía, doy mi voto a Joy con el relato El olor a chocolate.

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  17. Avatar de Buque
    Buque 4 de enero de 2025 a 18:04 #

    LA ESPERA

    Leyó una vez que hubo una edad dorada en la que la humanidad comía, bebía, follaba, era alta y rubia, no enfermaba y, a lo mejor, solo mataba lo necesario. Demasiado cielo resplandeciente y poco colmillo para su gusto. Se pregunta si el tipo al que espera vivió su edad dorada, un momento en el que se sintió rubio y alto y brillante como el sol y toda esa mierda. Se pregunta por qué piensa en soles y oros abrigado en la noche. Ni idea.

    Ojos de Hielo espera bajo un soportal en una calle oscura y vacía con nombre de alguien que ya nadie recuerda. Solo hay pequeños almacenes en ambas aceras, cerrados a esa hora. Se pregunta si él, alguna vez, se sintió alto y rubio en plan moñas y concluye que no, pero sí se sintió muy bien, mejor que después del mejor polvo del mundo, cuando le reventó la cara al borracho de su padre, harto de sus palizas. Ese fue su momento dorado. No hubo más.

    Ojos de Hielo sabe bien que ni edad dorada ni leches, que, desde el principio de los tiempos, la cosa va de matar o morir y ay de los pringados. Y, hablando de pringados, ya suenan los pasos del tipo al que espera, ya entrevé su camisa blanca de camarero bajo un chaquetón oscuro y desabrochado. Comprueba que no hay posibles mirones y le sale al paso con su pistola en alto. Le apunta entre los ojos. El hombre se para y le mira de frente, sonríe. Ojos de Hielo aprieta el gatillo, clic, aprieta el gatillo tres veces más, clic, clic, clic…El hombre, tranquilo, mete las manos en los fondos de su chaquetón y muestra unos cartuchos en la palma de su mano izquierda. “Dejaste tu pistola en un bolsillo de tu abrigo y dejaste tu abrigo en el perchero del restaurante. Un pequeño olvido por tu parte”, le dice. Sin perder la sonrisa, esgrime un pequeño revólver en su mano derecha y dispara. “Tal vez la edad dorada sea esto”, piensa Ojos de hielo mientras esa calle con nombre de alguien que nadie recuerda se hace cada vez más oscura, negra ya como una noche sin luna.

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    • Avatar de Gato negro de la noche que araña sin compasión
      Gato negro de la noche que araña sin compasión 18 de enero de 2025 a 17:48 #

      Yo, Gato negro de la noche que araña sin compasión, te voto a ti, Buque, como el mejor relato.

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    • Avatar de Tracy C.K. Dexter
      Tracy C.K. Dexter 20 de enero de 2025 a 14:57 #

      Yo, Tracy C.K. Dexter, doy mi voto a Buque.

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    • Avatar de R. Neufville
      R. Neufville 22 de enero de 2025 a 13:59 #

      yo, R. Neufville doy mi voto a Buque

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  18. Avatar de cgsinde
    cgsinde 4 de enero de 2025 a 18:10 #

    Mi Navidad

    Estoy siendo la persona más sorda del mundo. Sorda a los tristes y alegres villancicos y a las luces de colores que nos recuerdan, gastar dinero en comida y turrones con fecha de caducidad como aquellos pantalones anchos de antaño que se olvidaron con la siguiente moda. Sorda a los anuncios de regalos coloridos como las lonchas de embutido que atraen la vista y el deseo en una mesa de seis personas. Sorda a tradiciones que nos presionan a celebrar con gente la entrada de un nuevo año, como si no fuéramos conscientes de que nada cambia comiendo las uvas apresuradamente durante las doce campanadas, estemos solos o acompañados.

    Este año, sólo mi intuición secreta me ha susurrado que sea yo con mi libertad, con mi soledad plena de recuerdos felices y con el silencio que me rodea por elección para celebrar alegremente la Navidad conmigo y para mí, consciente del Amor que siento por esta vida, por la vida misma, por poder regalar una sonrisa o un abrazo, incluso, a personas desconocidas. Estas fiestas han sido para mí como estar embriagada por un dulce licor de lilas, sintiendo la Paz y el Amor con solo la presencia del Universo y de mi misma.

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  19. Avatar de Gato negro de la noche que araña sin compasión
    Gato negro de la noche que araña sin compasión 4 de enero de 2025 a 20:16 #

    LA TORRE PICASSO

    El calor es insoportable. La piel me quema a cada paso que doy. Miro hacia arriba, la torre parece un titán herido gritando de muerte, envuelto en llamas que lo consumen desde dentro. La gente me grita y trata de detenerme, pero los ignoro. Me da igual que el suelo tiemble o que los cristales se derritan: tengo que encontrarlo. El interior es un caos irrespirable. El humo, denso y asfixiante, irrita mi garganta, obligándome a toser mientras avanzo por las escaleras ennegrecidas de hollín. Piso tras piso, el aire se hace cada vez más irrespirable. Las sombras de las llamas se contorsionan en las paredes como si fueran demonios burlones, pero no cedo un solo paso. Recuerdo nuestra edad dorada, aquellos días en que éramos tan felices y todo parecía tan perfecto. Todo eso arde ahora junto al edificio. Lo encuentro al fin, en el piso veinte. Está encogido junto a una pared, tosiendo, mirándome con sus ojos brillantes. Mi corazón vibra emocionado. Por un instante el incendio queda en un pequeño olvido, pero un crujido ensordecedor me devuelve a la realidad. Una columna se desploma junto a mí. Consigo apartarme a tiempo evitando que me aplaste. Me apresuro a levantar a Álex como puedo. Avanzamos tambaleándonos entre los escombros, pero las llamas son rápidas y nos cortan el paso. Busco desesperado una salida, cualquier resquicio que nos permita escapar, pero no hay nada. Estamos atrapados. Nos refugiamos en una esquina, pegados a la pared, mientras el fuego nos rodea. “Me encontraste”, me susurra. “No me separaré de ti nunca”, le digo con una sonrisa. Nos abrazamos con todas nuestras fuerzas y nuestros labios se unen mientras nuestras lágrimas caen. El ruido hueco de la estructura cediendo me hace cerrar los ojos. El gigante se retuerce. Ya no aguanta más. Pero estamos juntos, y eso es lo único importante mientras el mundo se derrumba a nuestro alrededor.

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    • Avatar de Deadpool
      Deadpool 22 de enero de 2025 a 19:04 #

      Yo Deadpool le doy mi voto a Gato negro de la noche que araña sin compasión

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  20. Avatar de Margarita
    Margarita 5 de enero de 2025 a 10:33 #

    ENSO

    Sonó el teléfono. Al otro lado una voz quebradiza le dijo que en España, en pueblos de Valencia, acababa de producirse una brutal riada.

    —¿No vive por allí tu hermano?.

    Se levantó, miró las noticias y compró un billete de vuelo para esa misma tarde. Allí encima se encontraba el libro que estaba leyendo y que ,precisamente, le había regalado su hermano: “ Los círculos del despertar en el arte Zen”. Refleja el estado interior de quien ha alcanzado la plenitud espiritual y la impregna en ese símbolo. Crear un Enso japonés exige práctica y calma mental.

    En el Shinjinmei, un poema oriental que recoge la esencia del budismo zen, se describe al Enso como un vasto espacio donde no falta ni sobra nada, tanto las esferas cerradas como las que no.

    La casa parental, sueño lejano para ella, era donde ahora vivía su hermano, estaba en Catarroja.

    Se encontraba frente a ella cubierta ,como todas, de agua y barro. Entró. Vacía, su hermano no estaba, los muebles amontonados hacia el ala derecha. Se vislumbraba como una raya de hilo de cobre dibujada con exquisitez milimétrica en toda la estancia, era hasta donde había llegado el agua.

    Al levantar la vista y encima de la raya observó que un único cuadro colgaba medio ladeado; era el de un círculo. Ella ya sabía que era un Enso.

    —¿Podría acercarse? Su ADN podría ser compatible con una de las víctimas, por cierto, lleva un tatuaje en el brazo, es un círculo, por si usted tiene idea.

    “ Solo quien tiene la mente libre de cargas e iluminada por el equilibrio interno, es capaz de trazar este círculo perfecto”.

    Ella sabía que Enso es más que un tatuaje. Es un estado de la mente. Una pincelada continua, un solo trazo, solo una oportunidad. No hay marcha atrás para corregirlo.

    Él lo había conseguido y ella quería formar parte. Decidió que nunca más se iría de esa casa .

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  21. Avatar de Fidias Huxley
    Fidias Huxley 5 de enero de 2025 a 11:24 #

    -Las pelusas contra el tragad y callad –

    Chupito de licor de lilas, el bajativo perfecto para nuestra sociedad. Todos empachados y a punto de reventar. Dopamina devorada de la forma más abrupta posible, disfrazada con toda inocencia. Parecieran engullir como patos, impeliendo el alma ya por el suelo. Ojalá se tratara solo de comida.

    Se presenta como un jugo rosáceo, tentador, que debemos tragar. Quieren capturar la más sorda de nuestras emociones, ingiriendo consumismo relatado de color romance y pureza, proveniente de un tallo ponzoñoso y pernicioso.

    Con los sesos a punto de estallar por la constancia del sistema tratando de generar la sublimación del raciocinio. Más sublime sería una ración de pensamiento crítico, para atesorar en el bolsillo. Pelotillas de tela acumuladas en los rincones de mis pantalones anchos. Rebusco en los bolsillos para alcanzar algo y cambiarlo; bajo mis uñas, solo encuentro pelusas tristes. 

    Cae el ánimo por no llevar acompañante para combatir tal desdicha en todo ese espacio; inmenso infortunio. 

    Tan solo queremos saber, aprender y descubrir la verdad. Si nuestros dedos pequeños agarran un vacío en la faltriquera con la que defenderse contra el ancho mundo, ¿dónde quedarán nuestros principios de carne y hueso, si empezamos a ser de madera e hilos?

    Unos asumirán que la mejor opción será rendirse ante los señuelos, para centrar ahí las últimas gotas de cordura y consumir los tranquilizantes ofrecidos calmando la sulfura. Otros, mientras tanto, hablarán con las pelusas de sus pantalones ganando confianza y, algún día, saldrán a la calle proclamando lo bonitas que parecen las lilas, pero el daño que realmente pueden provocar.

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    • Avatar de Blue rain
      Blue rain 16 de enero de 2025 a 21:14 #

      Yo, Blue rain doy mi voto a Fidias Huxley

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  22. Avatar de Yukio Mishima
    Yukio Mishima 5 de enero de 2025 a 12:02 #

    UN PEQUEÑO OLVIDO

    El olor es penetrante y nauseabundo, la casa de mi infancia que permanecía inalterada desde su edad dorada, cuando fue la morada de una familia normal, de repente se ha convertido en una suerte de plató televisivo; con todos esos mirones, los policías de la brigada científica, que me observan de reojo al pasar atareados como si fuese el mismísimo Charles Manson.

    Reprimo el instinto de morderme las uñas, cuando se aproxima el comisario hacia mí, y vuelve a insistir con sus preguntas:

    — Permítame unas últimas comprobaciones y se podrá marchar de momento. ¿Confirma que la tarde del día 24 de diciembre usted acudió en torno a las dieciséis horas al domicilio del señor Llopis, accediendo con sus propias llaves?

    — Sí, agente — Asiento, mientras me laten las sienes y siento un ruido hueco en el interior del cráneo —.

    — Cuando entró le sorprendió no encontrarle sentado frente al televisor, lo llamó, pero no obtuvo respuesta y al recorrer la vivienda lo halló desplomado en el baño. Verá, lo que no logro comprender es por qué no llamó al 112 inmediatamente.

    — Lo cierto es que sí llamé, pero me pusieron en espera y en esos instantes me dio tiempo a reflexionar. Era evidente que mi padre llevaba ya muchas horas muerto, estaba muy rígido y completamente frío. No fue una omisión de socorro, ya no se podía hacer nada más por él. Pensaba volver en unas horas y solucionarlo todo. La verdad, no pensé en el maldito gato.

    — Está bien, puede irse, pero entenderá que esto no va a resolverse como si se tratase de un pequeño olvido.

    Es liberador, lo normal en mí sería sentir una tremenda culpa, pero ya no. Había trabajado mucho en preparar esa cena yo sola, el menú, los regalos, hasta el último detalle estaba perfectamente planificado. Lo cierto es que no junté el valor suficiente para volver la mañana de Navidad, ni al día siguiente, ni al otro. Solo me presenté cuando llamó la policía, alertada por los vecinos del hedor que emanaba la vivienda, y ahora estoy aquí, intentando desprender de mis retinas el recuerdo sangriento de papá devorado por su lindo gatito.

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  23. Avatar de MG
    MG 5 de enero de 2025 a 13:51 #

    El manto blanco

    Amal se afanaba en su trabajo en el taller. La hora de la verdad se acercaba y la presión para que todo estuviese perfecto no les dejaba ni a ella ni a ninguna de sus compañeras un solo segundo para levantar la cabeza de su impresionante obra. Y es que Amal había sido una de las afortunadas costureras seleccionadas para llevar a cabo la pieza central del desfile, un gran honor a la par que una gran responsabilidad.

    El manto estaba casi listo. Iba a ser una comitiva espectacular y tan solo deseaba que el frío de la noche del desierto no enturbiase la magia del momento. Con su destreza innata, bordaba sobre el terciopelo blanco inmaculado con un precioso hilo de cobre un sinfín de hojas, flores, y pájaros intercalados con delicadas esferas de nácar y diamantes. La obra representaba con precisión aquel paraíso exuberante en el que se crio de niña y que recordaba como si se tratase de un sueño lejano. Aquel hermoso hogar del que había huido cuando la envidia de los hombres lo convirtió en un infierno en guerra. Suspiró con tristeza al recordar los árboles en llamas y los gritos desesperados de las familias que trataban de escapar. Sacudió la cabeza para ahuyentar los malos recuerdos: este era su pequeño homenaje hacia ellos. Tenía que ser perfecto.

    -Disculpa, ¿podría ver el manto? -Una voz profunda la sacó de sus pensamientos.

    Tan absorta había estado en su trabajo que no se había percatado de la presencia del gran hombre sabio responsable de aquel trajín. Azorada, se levantó de un salto, inclinó la cabeza y, con pulso tembloroso, mostró su obra.

    -Espero que sea de su agrado, mi Señor. -balbuceó tímidamente.

    -Es un trabajo impresionante. A tus compatriotas se les alegrará el corazón al ver su tierra tan fielmente representada. -le felicitó con calidez -Además, -añadió guiñándole un ojo a la joven -seguro que mis dos compañeros de viaje se maravillan al ver un manto tan bonito.

    Amal dejó por fin escapar el aire con alivio.

    -Espero que así sea, señor. De corazón lo espero.

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  24. Avatar de Luz de Otoño
    Luz de Otoño 5 de enero de 2025 a 14:30 #

    ¡Y viva la Pepa!

    Salió del lupanar rápidamente. Se sentía triunfante porque le acompañaba su padre calzándose sus botas de piel bruñida. Y sin atreverse a rechistar. Pepa era la primogénita y evitaba a su querida madre situaciones muy desagradables y deberes muy incómodos como visitar a su padre en la cárcel a la espera de juicio por quedarse en el bando republicano, correr con toda la familia para llegar a los refugiosantiaéreos y, para ella, el más repugnante, buscar y traer de vuelta a casa al padre, que con frecuencia yacía en brazos de la prostituta de turno.Pepa era la mayor de cinco hijos que el capitán del ejército español, don Ignacio, había tenido con doña Agustina. Doña Agustina no solo tuvo la poca fortuna de casar con semejante personaje, sino que se resentía de una precaria salud que acabó en una grave hepatitis. Sin embargo, era un pilar de fortaleza, bondad y amor para los suyos. Pepa, durante esa época de posguerra, ayudaba a la economía familiar cosiendo y remendando. Se pagaba mal y poco.  Las pesetas conseguidas, a veces,no eran suficientes ni para el sustento diario. Por las tardes atendía la taquilla del cine, que su padre había arrendado. Mientras esperaba compradores, cosía, bordaba o tejía. Entre los clientes dispuestos a adquirir entradas. había un joven alto y delgado que lucía gafas doradas. Tan solo saludaba escuetamente en voz baja. El muchacho. tardó mucho en preguntar el nombre a la taquillera porque su timidez se lo impedía. Pero, por fin, un día intercambiaron saludos y se presentaron por sus nombres. Pepa y Mario, que así se llamaba el joven, comenzaron a pasear juntos. De los paseos, pasaron a hacerse novios y se les veía muy felices. Por fin un día Mario muy tembloroso, pidió en matrimonio a Pepa con toda la familia de testigo. Las hermanas sonriendo y dándose pequeños y suaves codazos. La novia no tardó ni un segundo en decir que sí. Esa afirmación fue seguida de abrazos, besos y mucha alegría. Lo que parecía un sueño lejano en aquella época tan gris, se hizo realidad. Pepa comenzó las labores para hacerse el traje blanco de novia que siempre había soñado. La fecha elegida fue el 15 de marzo en la iglesia de los Santos Juanes. Esa mañana de primavera comenzaron a llegar familiares para acompañar a la novia en el día más feliz de su vida, pero se convirtió en el más triste. Los invitados a la boda se convirtieron por sorpresa, en asistentes del velatorio de la madre de Pepa que había dejado este mundo unas horas antes. Y así despidió Pepa a su madre entre lágrimas, mucho amor y aroma a rosas.

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  25. Avatar de caramelo
    caramelo 5 de enero de 2025 a 15:23 #

    Solo quedó una noche.

    Desde que llegó a esta ciudad de promesas Tao no ha dejado de intentarlo, pero sus rasgos foráneos y ese lenguaje, tan difícil de pronunciar, han ido bloqueando toda oportunidad de trabajo. La humedad sofocante de los arrozales de los que escapó es, ahora, un sueño lejano evocado como su añorado hogar, mientras el futuro se le desprende a jirones.

    Tao creció asilvestrado en la zona rural más pobre que un hombre pobre pueda temer, en una tierra en la que pisar el polvo de los caminos era una caricia para los pies descalzos. Y lo percibe ahora, cuando el polvo de la urbe no es marrón sino negro y no tizna los pies sino que obstruye los pulmones y le arrebata la salud.  

    Lo único que sigue vivo en Tao es su amor por Li Mei. El hambre y el desaliento se extinguen si, en la noche, su compañera se deja acariciar. Tembloroso, desliza dedos y lengua por la piel bruñida de la mujer, sublimada en la ternura del hombre rudo que, pegadito a ella, recupera la dignidad. Ninguno de los opulentos occidentales que le desdeñan en el día, tiene acceso a tan excelso tesoro carnal, éste es su desquite.

    Han pasado tres lentos y recurrentes años y de ellos tan solo va a conservar, en recuerdo cosido al alma con hilo de cobre, la última noche. La subida por la escalera angosta y fétida; el resuello fatigado al llegar; el temblor de los dedos prestos a palpar; la lascivia de los ojos; la agitación del corazón que palpita en las sienes. Todo él ansioso. Todo él empoderado.

    Cosido al alma, con hilo de cobre, mantendrá por siempre el rostro de su mujer girando hacia el crujido de la puerta, esquivando el brazo fuerte del hombre que, desde ese mismo instante, le arrancó la vida.  

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  26. Avatar de Anna Frederick
    Anna Frederick 5 de enero de 2025 a 16:03 #

    La esfera

    Estaba en una taberna ahogando el calor y mis penas en cerveza cuando escuché un golpe en la puerta. Me giré. En el umbral se vislumbraba, recortada por los rayos del sol del atardecer, la silueta perfecta de una mujer que despertó mi curiosidad. Avanzó con paso seguro hacia el centro de la sala. Las miradas de todos los presentes se dirigieron hacia ella. Su pelo era largo, oscuro y ondulado y sus ojos negros, penetrantes. Llevaba un vestido y encima una túnica larga, sin mangas y con cortes en los laterales. Un cinturón de piel bruñida ceñía su cintura. Engalanaba uno de sus brazos con un brazalete serpenteante de hilo de cobre. Abrió una bolsa que colgaba del cinturón y extrajo unas hermosas esferas de cristal de cuarzo. Con una esfera en la mano se giró hacia mí. Sentía que me leía el pensamiento con su mirada. Yo estaba cautivado y no me paraba a pensar qué hacía en pleno siglo XXI una mujer vestida de esa guisa, quizás porque era la viva imagen de mis fantasías. Se acercó a mí y me mostró una de las esferas. Yo, aunque tembloroso, estaba completamente atraído hacia la extravagante mujer y hacia la esfera y no pude evitar cogerla. Me susurró al oído que la esfera le había guiado hasta mí y que teníamos una misión juntos. Me tendió su mano. Tras unos segundos pensando si esto podía ser real, decidí que no iba a perder la oportunidad de dejar por un tiempo mi amargada vida. Me guardé la esfera, le di mi mano y ella, antes de cogerla para sacarme de allí, me dio una bolsa con mis armas. Y así empezó nuestra cruzada personal contra ladrones de traje y estafadores.

    De repente desperté bañado en sudor y tomé conciencia de dónde estaba. Cerré los ojos para volver a dormirme, pero no lo conseguí. Aquella mujer y nuestra aventura juntos se fueron desvaneciendo y se convirtieron en un sueño lejano.

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  27. Avatar de Äfrica Mayrit
    Äfrica Mayrit 5 de enero de 2025 a 16:11 #

    DOS DETONACIONES

    El sonido de la cerradura te produce terror. Ya está aquí. Escuchas cómo deja su arma reglamentaria sobre el aparador. Por el sonido de los golpes al tropezar sabes cuánto alcohol ha bebido. Tu mente busca con rapidez un escondite. Crees que, tras el poto de la terraza, esta vez no te encontrará. Pero eso es tan solo un sueño lejano.

    Le oyes vociferar, te llama, te busca por la casa y te encuentra. Ya sabes lo que viene después: te insulta, te propina un golpe, otro y otro más. Te arrastra hacia la habitación e invade tu cuerpo salvajemente, destroza todo tu ser por fuera y por dentro. Quiere verte llorar, pero ya no te quedan lágrimas. Eso le enfurece y arremete con más fuerza. Cuando acaba te empuja, te sujeta por el cabello y te arroja fuera, como si fueras escoria.

    En el suelo, te revuelcas en tu sangre y tu humillación.  Y entonces la ves. Brilla bajo la luz de la lámpara. La coges, quitas el seguro. Aguardas el momento hasta que el sonido ronco de su respiración te indica que se ha dormido. Entras con el arma amartillada. Acercas el cañón a la piel bruñida de su sien y disparas dos veces. Dos detonaciones que resuenan en la noche. Dos detonaciones que te liberan.

    Con andar tembloroso, te diriges al teléfono. Marcas: 0-9-1. Confiesas haber matado a tu marido. Aguardas tranquila la llegada de las fuerzas del orden. Has dejado la puerta abierta para ellos.

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    • Avatar de Isabel Delaforte
      Isabel Delaforte 18 de enero de 2025 a 15:38 #

      Yo, Isabel Delaforte doy mi voto a Äfrica Mayrit

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    • Avatar de Saturnalia
      Saturnalia 21 de enero de 2025 a 17:24 #

      Saturnalia vota el relato Dos detonaciones de Äfrica Mayrit

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    • Avatar de Stina
      Stina 22 de enero de 2025 a 11:19 #

      Yo, Stina, le doy mi voto a Äfrica Mayrit por su escrito titulado “DOS DETONACIONES”.

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    • Avatar de Joy
      Joy 22 de enero de 2025 a 14:07 #

      Yo, Joy le doy mi voto a Africa ;ayrit

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  28. Avatar de Sinfonía
    Sinfonía 5 de enero de 2025 a 16:29 #

    LA HUÍDA

    La huída debía ser rápida. En su habitación dejó encendido el incensario de mirra como era costumbre. Fue a por su caballo y agarrándose a la crin del animal montó sobre él y empezó a galopar. Le gustaba montar así, se sentía segura en esa unión entre los dos. La túnica, con el viento, se ceñía al cuerpo modelando su bella figura, hacía frío pero ni un pequeño olvido podía hacerla retroceder. La luna anunciaba la noche y su resplandor le ayudaba a encontrar el camino. Buhos y lechuzas con su ulular, parecían ponerse, también, de su lado para que el sueño no la venciera.Con las primeras luces del alba, a lo lejos, la joven pudo divisar un barco con las velas extendidas preparado para partir.Sonó un ruido hueco cuando el escritor dejó caer el bolígrafo sobre el escritorio. En su mente, tenía el destino de la joven.

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    • Avatar de Margarita
      Margarita 21 de enero de 2025 a 20:33 #

      Margarita vota para ganador el texto que lleva por título » LA HUIDA» de Sinfonía.

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    • Avatar de Caramelo
      Caramelo 22 de enero de 2025 a 12:42 #

      Yo Caramelo te voto a ti Sinfonía por tu texto La Huida

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  29. Avatar de Stina
    Stina 5 de enero de 2025 a 16:47 #

    EL SUSURRO DE UN SUEÑO LEJANO

    En la soledad del desierto, un anciano de piel bruñida y cuerpo tembloroso avanzaba sin querer pisar el polvo de un mundo que ya no respiraba. Lo hacia con la tenacidad de quien no puede detenerse, aunque el sueño comenzara a parecerle un espejismo. Cada pisada era una lucha, una batalla contra la duda, una conversación silenciosa con los muertos que aquel páramo había reclamado y una prueba de que, aunque el cuerpo ceda, el espíritu puede resistir. Caminaba, no solo por él, sino por todos los que buscaron algo más allá de la muerte. 

    Al detenerse, los vientos le llevaron las voces de quienes amó y perdió, que silbaban. “Detente”, susurraban los ausentes. “No hay nada más allá; pero él no escuchaba”. 

    Cuando llegó al final, el horizonte se abrió como una herida, y el ocaso tiñó el cielo de fuego. 

    Había alcanzado el sueño lejano y el descanso deseado. Entonces, sonriendo, exhaló un largo suspiro, sintiendo una paz que no había experimentado jamás. Por fin se encontraba en un lugar donde ya no necesitaba avanzar. Había alcanzado la eternidad. 

    Y así, en aquel rincón olvidado del mundo, comprendió lo que muchos temen: que la vida no se persigue, se lleva dentro. Y que la eternidad no está más allá, sino en lo que dejamos atrás. 

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    • Avatar de Begoña Mercé
      Begoña Mercé 22 de enero de 2025 a 15:18 #

      Mi voto es para el texto de Sistina

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  30. Avatar de Hartura Pérez Reverte
    Hartura Pérez Reverte 5 de enero de 2025 a 20:25 #

    Doble Bacon Burger

    Tenía el mismo color que Homer Simpson gracias a su cirrosis. Ya no quedaba nada de aquel hombre misterioso con barba tupida, que me miraba como si fuese  la última Coca-Cola del desierto. Su decadencia me provocaba lástima. Todas las noches me preguntaba por qué me ponía perfume.

    —Nunca sabes a quién te puedes encontrar en sueños —-le contestaba.

    —Si ves a los Reyes, salúdalos de mi parte.

    Su voz era un ruido hueco que se desvanecía por las paredes empapeladas de aburrimiento.

    Abría la ventana desnuda con la esperanza de que ojos mirones pudiesen fijarse aún en mis pechos llenos de silicona, pero vacíos de deseo. Así me sentía desde aquel día en el que mi marido me empezó a engañar con el alcohol.

    Yo salía cada viernes al Burger. Y allí, a golpe de Supreme Deluxe con patatas, tenía por unos instantes el pequeño olvido de una vida gris. 

    Una noche fue diferente, volvió la luz a mi edad dorada. Conocí a una camarera que aún presentaba granos en la cara, acompañados por  grasa de aceites de la freidora. Su rostro era un cuadro de Dalí: extraño y surrealista, pero tremendamente atrayente. A la semana de conocerla ya había alcanzado el orgasmo más intenso que guardé en mi cerebro. Como un recuerdo de sangre, me convertí en una vampira, adicta a su juventud.

    Mi atuendo había cambiado. Me sentía Olivia Newton John en Grease. Aquella muchacha tenía más culo que Travolta y había cambiado el cigarrillo por el vaper de melón. Al fin había hecho realidad el sueño: ser la protagonista de mi propio musical. Para hacer el amor, poníamos la banda sonora de Titanic. Subíamos al monte del Pinazo y allí, con las luces del Carrefour iluminándonos, bailábamos mientras esquivábamos condones usados como en una  versión lesbiana de La La Land. Como ella me decía, estaba en mi prime.

    Pero mi película hollywoodense llegó a su fin sin previo aviso. Una noche fui a buscar a mi Lolita Cheeseburger y no la encontré. Me hizo ghosting justamente cuando había dejado de ser un espectro.

    Supe por sus compañeros que se había marchado a probar suerte en un Burger londinense. Pero la guinda del pastel la puso mi marido, que servía patatas deluxe, mientras le tocaba el culo a su compañera. Una imagen grotesca que hubiese quemado en un incensario de mirra. Era hora. Como Marilyn, como Amy o como Betty Davis, una de tantas estrellas rotas. Era hora de poner punto y final a la obra. Solo tenía que hacer volar mi coche, como en el final de Grease.

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    • Avatar de technically4cb1a32537
      technically4cb1a32537 21 de enero de 2025 a 20:06 #

      Mi voto es para este cuento

      Lavender

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    • Avatar de technically4cb1a32537
      technically4cb1a32537 22 de enero de 2025 a 12:42 #

      Yo, Lavender, doy mi voto a Hartura Pérez Reverte

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  31. Avatar de Esfera
    Esfera 6 de enero de 2025 a 12:11 #

    LA FRASE

    Las esferas luminosas de València, ahora en Navidad, convertían la ciudad en un parque temático gigantesco donde la desgracia era algo que había salido en televisión.

    Los acontecimientos vividos, esa película que de pronto ocurría aquí, era ya para algunos como un sueño lejano que tembloroso se alejaba para no molestar.

    Habían cogido el metro a las cuatro, tomado el chocolate y sacada la foto. La ciudad reconfortaba como una taza caliente de adormidera, lo había pasado bien. Qué curiosa la vida queriendo salir de su encierro, reclamando su dosis de alegría  con insistencia de niña hasta en los peores momentos.

    Familias felices y familias enfadadas, se cruzaban con ella; parejas aburridas y parejas enamoradas. Pensó que nadie  podía adivinar que ya no era la que parecía. La vida se había cortado en dos con un hilo de cobre y estaba el antes y estaba el después.

    Volvió sola, el metro iba alegre, lleno de adolescentes hablando alto. Casi habían ocupado el vagón y tenían la excitación de la noche que les esperaba. Cuando llegó era ya tarde, apenas tres personas bajaron con ella, todo estaba desierto y silencioso, y en la calle una sola farola mortecina iluminaba la entrada de la casa vacía. Recordó cuando de niña llegaban de madrugada al pueblo de la abuela  y el aullido de un perro los recibía, trágico y misterioso.

    Entró en casa y las últimas palabras de aquella mañana a su marido empezaron a torturar sus sienes por encima de la muerte. ¿Se podía cambiar un día por otro?, ¿rebobinar una hora?, ¿alquien la había avisado de que era el último día? Quizá antes de morir, había tenido la sabiduría de sentirse querido, de olvidar lo dicho, de colocar otro final para los dos…

    Puso el despertador, necesitaba volver , volver al ruido, a las luces; dejarse llevar por la multitud que la arrastraba y le daba el calor anónimo para no sentirse tan sola. Dejar de pensar en la frase, esa frase que ni en mil años de castigo se podría perdonar.

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  32. Avatar de R. Neufville
    R. Neufville 6 de enero de 2025 a 18:21 #

    El incensario de mirra atravesó limpiamente el marco de la ventana y, tras describir una parábola perfecta se estrelló en la acera del otro lado de la calle.

    —A tomar por… —la mierda esa me da alergia y aquí me la colocan a todas horas.

    Un grupo de mirones, sentados en un banco cercano, expresaron su estúpida opinión al respecto y yo les señalé educadamente la mía con mi dedo medio y, a lo mejor con algún que otro aspaviento más. Dicen que últimamente estoy muy irascible, hay que joderse. Venirme con eso, no saben con quien están. El plan era de puta madre, parecía increíble que pudiera ser tan fácil. Lo repasamos entre los tres cientos de veces y no había ninguna posibilidad de error, ni sangre ni violencia. Diez kilos por lo menos. Hasta que el gilipollas ese tuvo un pequeño olvido: dejarse la cartera con su documentación. Hay que ser imbécil, vaya manera de cagarla, no se encuentra la picha ni con un mapa. El tiro que le pegué en mitad de la jeta le corto por lo sano el montón de excusas estúpidas que intentaba balbucear.

    —Ayúdame—el Zurdo se había quedado como un pasmarote con la boca abierta— cógelo de los pies, lo metemos en la furgo, le pegamos fuego y nos largamos.

    Cuando se agachó a cogerle le metí otro tiro. Mas parte. Los pringaos estos no saben que no pueden relacionarme con ellos. Ahora tenía que meterlos yo solo y la poli pensará que se pelearon. Soy la ostia.

    —Suelta eso inmediatamente—la pasma, ¿cómo me han encontrado? —Vamos, vamos sea buen chico, ¿qué quiere? ¿prenderle fuego al hospital? —la enfermera cogió el mechero de la mano y con firmeza le llevo hasta la cama— Con lo que le queremos aquí, no le voy a dejar ver más películas de esas de ladrones que luego tiene usted unas ideas muy raras. Tenga, tómese las pastillas y a vestirse que hoy pasearemos por el parque.

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  33. Avatar de Hermione Granger
    Hermione Granger 6 de enero de 2025 a 19:01 #

    NAVIDAD EN TIEMPOS MODERNOS

    Aquel día nos encontrábamos Mateo y yo vistiendo el árbol de Navidad con prendas de todos los colores y, como cada año, no pude evitar ponerme nostálgico añorando la edad dorada en la que yo era el nieto y no el abuelo.

    –Verás, Mateo, en aquella época no había móviles ni GPS, por lo que era más complicado para Sus Majestades, los Reyes Magos, encontrar nuestra casa. Teníamos que colocar el árbol junto a la ventana más grande para llamar su atención y que nos trajeran los regalos.

    –¿Y le poníais muchas luces para que lo vieran? –preguntó curioso.

    –Ay, pequeño, eran otros tiempos –sonreí envuelto en el recuerdo del aroma a galletas recién horneadas y el sonido de los villancicos que salían de una radio más viva que las pantallas de ahora–. Tampoco había luces eléctricas, así que llenábamos el salón de velas y dejábamos la chimenea prendida toda la noche. Tu bisabuelo traía el abeto más grande del mercado, mientras mi madre nos contaba chismes, como cuando nuestro vecino Don Vicente quiso imitar a un tal Papá Noel, del que apenas sabíamos nada en España por aquel entonces. Se quedó atrapado en la chimenea de su propia casa y, por el pequeño olvido de haberla dejado encendida, ¡se chamuscó los pantalones! Los más mirones juraban que salió de allí con el culo al aire.

    Mateo se reía escandalosamente.

    –Ya ves, al final resultó ser un visionario –añadí con un suspiro–. Y es que, poco después, el mismísimo Papa Noel empezó a visitar nuestra tierra junto a los Reyes cada Navidad.

    Un ruido hueco me devolvió al presente: Mateo había desbloqueado su móvil con esa soltura abrumadora que tienen ahora los niños desde antes de caminar.

    –Abuelo, ¿puedes repetir la historia para que la suba a TikTok?

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    • Avatar de creatorinnera9f6b1ac79
      creatorinnera9f6b1ac79 22 de enero de 2025 a 23:08 #

      Yo, Selene le doy mi voto a Hermione Granger

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  34. Avatar de Deadpool
    Deadpool 6 de enero de 2025 a 19:10 #

    LA CORONA DOBLE

    Hatshepsut se encontraba reunida con Thot; en actitud cómplice le susurró con voz profunda: «Gobierna, gobierna como faraón, no como regente.» Se desveló exaltada e inquieta, ¿un augurio? En la penumbra, el humo del incienso de mirra se elevaba, sinuoso como sus ambiciones.

    Con astucia, Hatshepsut se transformó. Afeitó su cabeza, se vistió con ropajes masculinos y aprendió a ser un hombre. No dejó lugar a ningún pequeño olvido, cuidó cada insignificante detalle. Todo, para suplantar el lugar de su hijastro.

    En vísperas de la coronación, mientras navegaban por las aguas del Nilo, Hatshepsut se encontró con la mirada penetrante de Ra: «No dejes que tu reinado tenga un recuerdo de sangre». Despertó angustiada. Observó el loto blanco emergiendo de las aguas doradas, y tembló recordando el peso del presagio.

    Durante el ritual de purificación, sumergida en las aguas sagradas, reflexionó sobre la advertencia. Tutmosis crecía ardoroso, representando una espada de doble filo para su reinado. Con Hapy como único confidente, tomó una decisión: lo enviaría lejos de las intrigas de la corte, a liderar las campañas en Nubia.

    Mientras gobernaba con diplomacia, el infante se forjaba en las terribles arenas de Nubia. Con cada triunfo, se iba transformando en un imponente guerrero y un audaz líder, ganándose la estima del pueblo.

    Bajo un cielo ensangrentado con el ruido hueco de las jarras de cerveza resonando en el aire, Hatshepsut reflexionaba sobre el futuro incierto de su hijastro. Osiris, frente a ella, brindó por la continuidad de la edad dorada. Adormilada, recostada y reconfortada, se preparó para enfrentar el juicio del tiempo.

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  35. Avatar de Martini Love
    Martini Love 6 de enero de 2025 a 19:31 #

    Feliz Navidad

    No dejaba de pensar en Marcos desde que le conocí en Tinder. Entró con mucha fuerza en mi cabeza y mi deseo, me parecía un tipo muy atractivo y agradable.  Aunque no me fiaba mucho de conocer gente por Tinder, este tipo me había atrapado, así que antes de visitar a mis padres por navidad me decidí a invitarlo a cenar en casa. Esa intuición secreta que tengo me dijo:”¿Qué puede salir mal? Total, si no hay enamoramiento hay revolcón.

    Así que lo llamé, le invité y accedió.

    Preparé una cena con varios tipos de queso, lonchas de embutido, varias pizzas; como para  seis personas, y una botella de vino. Me puse unos pantalones anchos y una camiseta blanca de tirantes y esperé.

    En persona era más guapo, más agradable y tenía unos gestos muy femeninos, algo que me encanta en un hombre. Nos entendíamos muy bien, teníamos muchas cosas en común, me sentía muy cómodo con él y empezaba a sentir mariposas en el estómago, y pensaba que él también.

    Tras terminarnos la cena y el vino serví café acompañado de chupitos licor de lila y me fui al baño a acicalarme.

    Todo siguió fluyendo maravillosamente hasta el momento en que nos besamos y hubo un fundido en negro.

    Cuando abrí los ojos, sintiéndome muy pesado, había un papel plegado que decía: “Feliz Navidad”. Antes de ponerme en pie ya me di cuenta de que la casa estaba completamente vacía. Se lo habían llevado todo, excepto la ropa que llevaba puesta.

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    • Avatar de Srta Love Moon
      Srta Love Moon 19 de enero de 2025 a 14:38 #

      Yo Srta Love Moon, le doy mi voto a Martini Love.

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  36. Avatar de Halcón blanco
    Halcón blanco 6 de enero de 2025 a 19:53 #

       LA VIDA Y LA MUERTE

    La vida es la fiel compañera del ser humano,  cuando uno  muere se queda sin cuerpo,  nunca sin su semilla. En su edad dorada  reluce como una estrella, robusta, rebelde,  indómita. La vida es bella hasta con sus recuerdos de sangre.

    Los ojos  mirones  de la muerte  contemplan a la vida con su mirada helada,  por sus cuencas glaciares salpica  rayos de nieve. No percibe el calor que desprende  la existencia divina  con sus chispas de fuego.

    La vida es hermosa,  a pesar del ruido hueco  que producen los pasos invisibles de la muerte,    que la persigue, con ahínco,  enamorada de su esplendor. Sueña con ella a todas horas,  ni siquiera se concede  un pequeño olvido  en las  sombras tristes de su psique.

    El que ha nacido es afortunado de  besar los labios gélidos de la dama helada. Le es negado sentir su abrazo,   al que  nunca ha existido, al que no ha tenido la fortuna  de venir a este mundo,   a  experimentar en esta tierra  la explosión de pena y de gloria,  que como fuegos artificiales tiñen el cielo con los  colores fríos  y cálidos del universo.

    La vida y la muerte son como el beso que nace y se da,  es la melodía que se acaba con los últimos soplidos que regala la garganta al viento,  una línea de salida con un final  donde durante  el trayecto el ser humano tiene el reto de conocerse a sí mismo. ¿Lo conseguirá o se olvidará de su conciencia?  

    A la muerte eso le da igual,  solo le interesa el cuerpo. Al alma no la puede atrapar ni en el mejor de sus sueños.

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  37. Avatar de Lávender
    Lávender 6 de enero de 2025 a 20:19 #

    Sin que la vida nos haga caer

    Me quité las legañas sin lavarme la cara, y es que el agua helada del baño de mis padres desaconsejaba cualquier heroicidad. Quizás fuera esa mi edad dorada ya que, aunque no había comodidades en casa, yo hacía lo quería y mis progenitores se dedicaban casi exclusivamente a darme hermanitos, aunque tuvieron un pequeño olvido, y es que en aquel piso no cabíamos todos. Pero bueno, con cada nuevo integrante, nos apretábamos un poquito más, como cajas de zapatos en un estrecho rincón.

    Desayuné rápido y cogí mi querido patinete. La base era de madera roja y el manillar, plateado. Con él navegaba yo, viento en popa a toda rueda, mientras el aire fresco de la mañana acariciaba mis ilusiones.  De subida era un rollo, pero de bajada, la sensación era vertiginosa. Aquel día, yendo a toda velocidad, alguien me llamó desde atrás y, al girar la cara, moví sin querer el manillar. El tortazo fue brutal, di un par de volteretas sobre el duro suelo y, aunque no lloré, ese recuerdo de sangre y dolor me dejó impactado durante semanas, menos mal que yo entonces me creía irrompible.

    Hice muchas pruebas los días siguientes. Empecé con la calle de subida, yo era atrevido, pero no tonto. Iba hacia delante y miraba hacia atrás y me caía repetidamente, pero cada vez me manejaba mejor. Al poco tiempo, ya podía saltar del patinete y correr, sin llegar a caerme. Al final le pillé el truco y aprendí a girar la cara sin precipitarme al suelo, a cualquier velocidad. Me sentí orgulloso de tal proeza, aunque no hubo nadie que me aplaudiera.

    Hoy en día descubro que, efectivamente, se puede ir hacia delante y al mismo tiempo mirar atrás, sin que por ello la vida nos haga caer.

    Lávender

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    • Avatar de violeta
      violeta 22 de enero de 2025 a 17:10 #

      Yo, Violeta le doy mi voto a Lávender

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  38. Avatar de Valcoran
    Valcoran 6 de enero de 2025 a 20:27 #

    Todo tiene una primera vez

    El recuerdo de la sangre es lo primero que siempre viene a mi mente. Como no olvidar la primera, pero no última, vez que casi te parten por la mitad como un lápiz en manos de un alumno de primaria. Ay que joven era por aquella época, joven e inexperto, creía que ya nada podía sorprenderme, que ya había exprimido todos y cada uno de los repugnantes limones que la vida me había lanzado y estaba preparado para disfrutar de mi limonada en la cara de esta. Que poco sabía de la cantidad de mirones que había ganado con mi insolencia juvenil y sus deseos de arrebatármela, algo que nunca llegaron a conseguir la verdad.

    Pero bueno me estoy yendo por las ramas, disculpad mis disparates de anciano, pero a esta edad es inevitable comenzar a desvariar cuando lo único que puedes hacer sin mearte encima es hablar, y aun de los poco afortunados que puedo ir baño por mi propia cuenta. Entonces…Íbamos por la sangre ¿verdad? A si la sangre, como olvidarla, aunque el ruido hueco que hace un cuerpo inerte tras chocar contra el suelo tampoco es sea fácil de olvidar, en general, es difícil de olvidar al señor Juan. Ay señor Juan, nunca olvidaré su expresión de asombro al verme, preguntadme cada dos por tres cosas como, por ejemplo, si los taparrabos eran cómodos, o porque no plantábamos cosas en África para no morirnos de hambre. A mis jóvenes amigos leyendo esto, no tomen a mal las palabras del señor Juan, sus quizá aparentemente crueles preguntas nacían de la pura curiosidad de un extremeño a sus casi 70 años de edad ¡en plenos años sesenta! Pobre señor Juan, en el fondo tenía un corazón dulce, o al menos para la criatura, porque pareció disfrutarlo como un pastel.

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  39. Avatar de Acadia
    Acadia 6 de enero de 2025 a 20:34 #

    Propósitos

    Los Propósitos de Año Nuevo se levantaron el día 31 de diciembre con el ruido hueco de una enorme campana y con la conciencia de haber sido bien entrenados por gurús, coaches y astrólogos durante los últimos doce meses. Se sentían en forma y aun así ejercitaron sus músculos como cada mañana: estiraron la perseverancia, practicaron la creatividad e insistieron en el trabajo de la flexibilidad.

    Cada uno de los Propósitos tenía un número determinado de personas como objetivo y se había ido introduciendo en sus mentes de forma gradual, pero esa noche debía ser la de la decisión definitiva. Si no conseguía convencerlos, al menos a algunos, se desvanecería en apenas unas horas o, con mucha suerte, en unas semanas. La supervivencia de los Propósitos un año más dependía por lo tanto de su fortaleza y capacidad de convicción.

    Algunos veteranos, como Dejar-de-fumar, Adelgazar y Apuntarse-al-gimnasio, tenían bastante confianza en sus posibilidades; eran elegidos en masa y resistían con soltura el paso del tiempo. Aprender-inglés iba tan sobrado que apenas entrenaba, pues estaba seguro de que, al menos en España, tenía garantizado un lugar en millones de mentes; solía competir con Viajar apostando cada año quién sería más popular. En cambio, Llamar-a-tal-amigo y Ahorrar iban perdiendo adeptos sin remedio.

    En casa de los Propósitos había una galería de retratos en homenaje a los que se habían extinguido, como Aprender-sumerio o Matar-un-dragón, y se veneraba en una pequeña capilla perfumada con incensarios de mirra a aquellos que habían sido adoptados por los profetas de su tiempo, como Lograr-la-paz, tan de moda en la edad dorada del hippismo. También existía una sala donde se recibía a los Propósitos recién nacidos, caso del prometedor Usar-la-Inteligencia-Artificial.

    Todo estaba preparado para la carrera de buenas intenciones humanas del Año Nuevo.

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    • Avatar de Julia Ayala
      Julia Ayala 20 de enero de 2025 a 6:46 #

      Julia Ayala da su voto a Acadia

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    • Avatar de Hartura Pérez reverte
      Hartura Pérez reverte 21 de enero de 2025 a 17:00 #

      Yo soy Hartura Pérez Reverte y doy mi voto a Acadia

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  40. Avatar de NachoLuis
    NachoLuis 6 de enero de 2025 a 20:37 #

    El olvido que nos lleva

    Todo empezó con un pequeño olvido. La escalada hacia atrás fue extraña. Al principio los errores se difuminaban entre las muchas tareas que seguía realizando. Ya había pasado la edad de oro de alcanzar la cumbre y no era necesario apostar más. Podía relajarse y a eso atribuyó sus cambios. Camufló sus faltas negando lo evidente y así funcionó un tiempo. Pero lo sabía, por debajo de las excusas intuía la gravedad del asunto. Jugó la carta de “si no lo dices en voz alta, no existe” y siguió adelante. 

    Fue el miedo lo que cambió el rumbo. Aquel día se descubrió saliendo de su primera laguna mental en la que no sabía dónde estaba ni casi quién era y eso tambaleó toda su estrategia. Lo hizo real. Pidió ayuda. 

    Fue convirtiéndose en niña poco a poco. Aceptó que le hicieran la comida, que decidieran lo que tenía que vestir, asumió mirones incluso cuando se duchaba. Se dejó llevar en esa involución hacia la infancia. Y empezó a sorprenderse por las luces de Navidad, por el color de las naranjas en los arbolitos de la avenida, por los días de sol en invierno. Saboreó con placer cada plato, admitió la tiranía del dulce y comer se convirtió en su placer más prohibido. Estrenaba sus días, todo era asombroso. 

    Solo había presente. Ya no importaba el futuro y del pasado solo quedaban suaves recuerdos. Le asustaban las voces altas, la noche, perderse. Pero si la sostenía un brazo amable y una sonrisa, no necesitaba más. Coleccionaba besos y caricias mientras el olvido la arrastraba lentamente. Se la llevaba sin ruido, sin pelea, sin rencor.

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    • Avatar de Eter
      Eter 18 de enero de 2025 a 10:28 #

      Eter

      Voto a NachoLuis.

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    • Avatar de Hermione Granger
      Hermione Granger 21 de enero de 2025 a 14:29 #

      Yo, Hermione Granger, doy mi voto a NachoLuis.

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    • Avatar de Audífono sonoro
      Audífono sonoro 22 de enero de 2025 a 19:38 #

      Yo, «Audífono sonoro» le doy mi voto a «NachoLuis»

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  41. Avatar de Srta Love Moon
    Srta Love Moon 6 de enero de 2025 a 20:52 #

    Incautas

    De adolescentes nadie fantaseaba con viajar y vivir mil aventuras de la mano, tanto como nosotras, pero quince años más tarde aquello parecía ser otro sueño lejano más, de esos tantos que se hacen cuando aún se está por madurar.

    Sin embargo, aquellas navidades nos tomaron por sorpresa.

    En aquel buffet de hotel, nuestros rostros querían reconocerse de antaño, y nuestras genuinas sonrisas lo corroboraron.

    Ilusionadas por el reencuentro nos sentamos juntas y ambas rejuvenecimos, era como si un hilo de cobre invisible hiciera de conductor, conectándonos como si todos estos años hubiésemos permanecido unidas, como si volviésemos a ser solo unas crías, como si ya no estuviéramos tan solas como realmente nos sentíamos.

    Mientras nos poníamos al día compartiendo anécdotas y confidencias descubrimos que por caprichos del destino nuestros maridos también viajaban por trabajo esa semana, de hecho, tenían las cenas de empresa esa misma noche y por ello, ambas coincidimos allí.

    A medida que la conversación profundizaba y el vino fluía, la tenue luz de las velas creaba pequeñas esferas resplandecientes en nuestras pupilas, reavivando viejos tiempos a la par que deseos latentes, y con la picardía de la experiencia que en la juventud nos faltó, nos dimos cuenta de qué, por desgracia, cada vez que volvíamos al pasado, sin querer, se nos iba agotando el presente. Entonces nuestras miradas tomaron la palabra y nuestra reciente transparencia se vio vulnerada, empañandose con una calidez inesperada.

    Yo comencé a fijarme en los reflejos de su hermosa piel bruñida por el sol, y ella a seguir minuciosamente los sorbos que inconsciente de mi, yo seguía dándole a mi copa.

    Ya en mi habitación, su dulce pero aún cauta compañía era asfixiante, ambas arriesgábamos, pero sin duda, ambas lo anhelábamos.

    Cuando por fin recibimos los mensajes de nuestros cónyuges confirmando que, para variar, sus ausencias se prolongarían, un temblor electrizante recorrió mi cuerpo.

    Más tarde, acabamos temblando las dos, hasta pisar el polvo.

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  42. Avatar de Selene
    Selene 6 de enero de 2025 a 21:25 #

    Tierra traicionada

    Las mutiladas farolas escupen su hilo de cobre hacia las húmedas y malolientes calles. La luz de las pocas que funcionan traspasa las partículas que flotan en el espeso aire, reflejando sobre cada una de ellas, y mostrando las agónicas calles a través de un venenoso velo de polvo y moho por el que me veo obligado a caminar.

    Solo quiero ir, como cada noche, a ponerle una vela a mi novia donde se ahogó. Para mí la felicidad es un sueño lejano, algo que ahora mismo no sabría describir. Lo único que siento es tristeza y rabia. No puedo asumir que Marta ya no está, no puedo asumir pisar el polvo cada mañana, y mucho menos puedo asumir vivir en un sistema fallido que nos criminaliza a todos.

    Sigo caminando, es importante que las velas permanezcan encendidas; es importante que la gente que camina por este paisaje de oscuridad pueda recordar lo valiosa que es la vida. Me arrastro por estas calles traicionadas porque rendirme sería vender la memoria de Marta, y de todos los que jamás volverán a reunirse con sus seres queridos.

    Extraigo el cirio de mi mochila y, tembloroso, trato de encenderlo. La mecha prende enérgica, al igual que mis ojos, que no pueden evitar estallar en un incontrolable torrente de lágrimas y barro. Una mujer que pasa cerca de mí, se percata de la escena, se aproxima, y sin mediar palabra me da un abrazo, un abrazo de madre; de esos que te hacen llorar todavía más. Con voz suave y calmada me dice: –no estás solo. Llora, llora todo lo que tengas que llorar, después te invito a una birra y me cuentas tu historia.

    Cuando consigo calmarme un poco, aquella persona maravillosa que me ha visto llorar y no ha podido evitar abrazarme, saca una vela de su bolso. Con rostro solemne y ojos como vidrio a punto de estallar; la enciende mientras trata de evitar que sus propias lágrimas la apaguen.

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  43. Avatar de violeta
    juanaposada 6 de enero de 2025 a 21:40 #

    EL CAMINO DE FLOR

    A una tierra donde la gente luchaba con molinos de viento y el flamenco era más que un ave de color rosa, llegó una mujer con acento desconocido, rodeada de mariposas amarillas.

    En casa de los Hurtado siempre hubo una brújula que indicaba la dirección de un destino concreto al que tocaba llegar. Un día, Flor salió de casa sin brújula, llevando con ella un incensario de mirra para que la dulzura de su olor marcara la suerte de un destino desconocido. Pequeños olvidos dejaron atrás las razones de su partida, pero los recuerdos de sangre siempre permanecen en su memoria: su madre regando las plantas, su padre leyendo un libro en la mecedora, los domingos con sus primos donde la abuela. Todo esto en un mundo real y mágico a la vez.

    La dulzura del olor a mirra se intensificó, y supo que debía detener su camino. Algunos mirones se acercaban con desconfianza, otros le daban la bienvenida con una copa de vino. En esta nueva tierra le enseñaron que una falla no es cometer un error, el ruido hueco de un taconeo es una melodía y la Jota no es una letra del alfabeto. Su incensario de mirra lo guarda en su habitación, y será la intensidad de su aroma la que le indique el momento para emprender un nuevo camino.

    VIOLETA

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  44. Avatar de Aurora Luna
    Aurora Luna 15 de enero de 2025 a 21:14 #

    AQUEL VERANO

    Por “AZUL PÚRPURA”

    Recuerdo aquel tórrido día de verano cuando, como cada año, me encontraba con mi hermano Lucas en la casa del pueblo de nuestros abuelos disfrutando de las vacaciones estivales. No podré olvidarlo nunca.
    Los amaneceres púrpura recortados por los picos de las montañas y el aroma de los rastros de lavanda de las eras marcaron nuestros primeros años, pues, aquel entorno campestre formaba parte de nuestra identidad y nos había reportado desde la niñez sensaciones muy gratas que se fueron grabando en nuestros corazones. En esa etapa de juventud, mi hermano y yo, habitamos el mundo de una forma distinta entre la inconsciencia de no saber interpretar los acontecimientos que sucedían y la pasión con que experimentamos las emociones de la vida. A través de juegos y risas, vivimos ajenos a la realidad hasta que, de forma abrupta, se nos echó encima aquel verano. Desde ese día tuve que acostumbrarme a vivir con la nostalgia de los tiempos felices que, de repente, dejaron de serlo.
    Una tarde, el calor era asfixiante y decidimos darnos un baño. Nuestros cuerpos, casi desnudos, agradecían el agua fresca que nos enfriaba la piel y, entre bromas y chapoteos, no nos dimos cuenta que una nube gris avanzaba deprisa y se posaba sobre nosotros para arrojar con fuerza una lluvia intensa. Nada hacía presagiar que el imperturbable cielo de agosto pudiera enfurecerse de tal manera que descargara un aguacero tempestuoso sobre nuestras cabezas de forma tan violenta; la tormenta nos sorprendió dentro del cauce del río y todo sucedió muy rápido. Yo me quedé quieta, petrificada y permanecí durante un tiempo, que me pareció una eternidad, agarrada a las ramas de un árbol para protegerme de un viento implacable que lanzaba la lluvia torrencial sobre nosotros y amenazaba con arrastrarnos. No alcancé a ver lo que estaba sucediendo, sólo grité una y otra vez su nombre con los ojos cerrados. El río respondió a ese torrente feroz de agua y se desbordó, arrastrando con él a mi hermano al que mantuvo sumergido.
    Horas después, en la oscuridad, las lámparas de emergencias encontraron su cuerpo varios metros más abajo. Ha pasado mucho tiempo ya, pero aún sigo reviviendo en mis sueños aquellos minutos de terror que cambiaron mi vida para siempre.

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  45. Avatar de Aurora Luna
    Aurora Luna 15 de enero de 2025 a 21:21 #
    Martinet

    Martinet

    Títol: El primer apartament

    Pujaren a l’apartament. Només obrir ell i entrar-hi, ella se li acostà amb la seua boca oberta de llavis carnosos pintats d’un roig cremós. Abraçats i xuclant-se, desesperadament, es deixaren caure al terra de parquet, en forma d’espiga, d’aquella casa ubicada en un edifici de l’eixample de la ciutat. Es despullaren a estirades. Ell li va desbotonar la bragueta i agafant els camals dels pantalons amples que duia, li’ls va treure tot d’una. Li besà la pell suau i jove del ventre, acaronant-li el melic amb la llengua humida, refregant-li el nas i olorà, aleshores, el perfum del pubis que li va recordar l’aroma floral del licor de liles que tant li agradava beure a Laura. Quan de matinada va despertar-se, tot sol, estés sobre el llit de mesura italiana, regal de noces d’una tia, es menjava els llençols d’enyorança per ella.

    Des que treballava en el despatx laboralista, feia uns sis mesos, a penes havia tingut tracte amb aquella jove advocada de cabells curts i rossos, d’ulls de color avellana i amb un extraordinari cul en forma de pera. La veia tots els dies però, només havien pronunciat les paraules típiques de cortesia entre companys d’oficina.

    El sopar d’empresa, convocat per celebrar l’acomiadament de l’any, havia reunit les sis persones que la conformaven: des de la titular del bufet i col·laboradores, fins a ell, l’últim en incorporar-se. Per casualitat, o no, es van seure a taula un enfront de l’altre. Aquesta circumstància va provocar les mirades recíproques, les bromes i acudits, la conversa fluida sobre els gustos gastronòmics, els llibres llegits, les pel·lícules visionades i les que voldrien veure, els viatges fets, les illes remotes on escapar-se, la coincidència de gent coneguda, reviure el poble d’origen, les amigues i amics de colla, …

    Varen ser els últims en quedar-se a la porta del restaurant per acomiadar-se. No ho pogueren fer. Finalment, li va proposar d’acompanyar-la per trobar transport públic que la portara a casa. I caminaren. I continuaren caminant pels carrers de la ciutat, bruta i plana, contant-se més coses i rient. Mai no en trobaren cap de taxi lliure. La sensació sobtada de frescor, d’aquella nit de desembre, feu que ella li agafara el bracet acoblant el seu cos amb el d’ell. Després de tornar a passar els quatre ficus gegants de la gran via, de colp, es trobaren davant l’apartament.

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  46. Avatar de María del Rocío Gutiérrez Fernández
    María del Rocío Gutiérrez Fernández 16 de enero de 2025 a 20:55 #

    Soy Joy, y dejo mi voto para

    Africa Mayrit

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  47. Avatar de Carolina Peleteiro
    Carolina Peleteiro 18 de enero de 2025 a 9:28 #

    De Esfera le doy mi voto a Audífono sonoro

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  48. Avatar de gtlpastor
    gtlpastor 18 de enero de 2025 a 10:27 #

    Soy José Pastor.

    Mi voto es para:

    Nacho Luis

    El olvido que nos lleva.

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  49. Avatar de Juan Agustín
    Juan Agustín 20 de enero de 2025 a 20:05 #

    Yo, Homrund, doy mi voto a «DOS DETONACIONES», de África Mayrit

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  50. Avatar de Enma Boira
    Enma Boira 21 de enero de 2025 a 14:31 #

    Voto por «DOS DETONACIONES» de Africa Mayrit.

    21/01/2025 Enma boira

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  51. Avatar de KALI
    KALI 21 de enero de 2025 a 16:48 #

    Kali vota por Äfrica Mayrit

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  52. Avatar de cgsinde
    cgsinde 22 de enero de 2025 a 11:19 #

    Yo cgsinde doy mi voto a Nacho Luis

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  53. Avatar de Geiral
    Geiral 22 de enero de 2025 a 17:25 #

    Geiral da el voto a PROPÓSITOS de Acadia.

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  54. Avatar de Fidias Huxley
    Fidias Huxley 22 de enero de 2025 a 17:35 #

    Soy Fidias Huxley y voto a

    Hartura Pérez Reverte (_8(I)

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  55. Avatar de Rakelmoon
    Rakelmoon 22 de enero de 2025 a 22:13 #

    Yo Rakelmoon le doy mi voto a Acadia

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