TALLERES PRESENCIALES DE ESCRITURA CREATIVA EN VALENCIA: https://auroraluna.wordpress.com/about/
Muchas personas creen que para que alguien llegue a escribir bien debe haber nacido con ese don -o haber sido tocado, en algún momento, por un rígido y saturnino dedo del destino…-. Pero, ¿no es éste acaso un principio reduccionista? ¿De qué materiales misteriosos está hecho verdaderamente el escritor?
Hay quienes defienden, como Torrente Ballester, que al escritor lo construyen abundantes dosis de imaginación y experiencia; y quienes, incapaces de sintetizar en dos palabras el núcleo alquímico de los dadores de palabras, apuestan por una variada mezcla de perspicacia, observación, conocimientos y dotes técnicas, sensibilidad, claridad, sueños… Lo que está claro es que todo buen escritor ha sido primero un ávido y fiel amante de la lectura, y que todo aspirante a perfeccionarse en el amor o en cualquier otra clase de arte debe recorrer previamente un largo sendero.
La tarea de tratar de resumir los logros que han de conseguir los buenos escritores en ese serpenteante camino no es fácil, pero es característico que todos acaben siendo excelentes atletas, magníficos corredores de fondo, a fuerza de trabajar incansable y diariamente los músculos de la escritura.
Los buenos escritores tienen en común también su destreza gastronómica y su olfato: después de explorar inacabables combinaciones de ingredientes, han adquirido los secretos de la armonía, y ya tienen presente el paladar de sus lectores y saben adecuar el lenguaje a ellos. Y, por supuesto, tienen madera de cirujanos, porque pueden releer con frialdad lo que escriben y son capaces de modificar, o extirpar exitosamente, aquello con lo que no están conformes.
Los buenos escritores son, además, adivinos: saben sobre qué van a escribir y tienen un esquema mental previo del texto, aunque en mitad de la escritura acaben siendo interceptados por el espíritu de sus personajes. Y son temibles investigadores de la vida, del alma humana y de cualquier asunto donde posen su curiosidad o sus historias.
En realidad todo podría reducirse a que los buenos escritores siempre aman…
La lengua es, sin duda, un organismo fértil, cambiante, vivo, fascinante…; pero los escritores son, paradójicamente, los que más la sufren, los que tienen más dolorosos y periódicos desencuentros con ella. ¿Por qué? Por eso, porque la aman; porque la conocen y la buscan con mayor intensidad que ningún otro ser humano. Porque son conscientes de su mutabilidad, de su infinitud, de su atractivo, de su asombrosa complejidad… Y porque no paran de reflexionar sobre ella.
Los buenos escritores consultan, pues, diccionarios comunes, diccionarios de uso, diccionarios de dudas, gramáticas y cualquier otra fuente que les pueda guiar en sus dudas eternas. Vaya entonces para vosotros, para los que escribís, una selección de recursos imprescindibles contra la locura, contra el mal de amores, o contra el vacío léxico y la desorientación gramatical.
RECURSOS PARA EL ESCRITOR:
Acceso al diccionario de la Real Academia Española, a las consultas lingüísticas, y al Diccionario panhispánico de dudas
Diccionario de sinónimos
http://www.elcastellano.org/palabra.php
El primer diccionario etimológico de la lengua española en Internet
Enciclopedia On line
Traductor con más de 20 idiomas: inglés, francés, portugués, catalán, latín, etc.
http://www.tododiccionarios.com/
Directorio de diccionarios generales y especializados de español e inglés
¡GRACIAS AURORA! Son una herramientas fantásticas y muy útiles. Mil gracias por aportar ayudas y recursos. Felicidades por el blog y un saludo muy grande.
Jimmy
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Excelente síntesis…creo que tiene casi todo lo necesario para explorar el hábito de la escritura…Una vez me dijo una alumna que escribía para ahorrar gastos y evitar el confesionario, otro, en cambio, porque así tenía la sensación de amar y ser amado…en fin, se dice mucho sobre este arte donde la palabra es letal o te da la vida…consultaré las fuentes…Adelante Aurora!!!! C.C.
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Gracias Aurora!! Siempre atenta a las necesidades de los que estamos empezando. Muchas gracias!
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Después de lo expuesto y leído, sólo falta ponerse a ello, a «dibujar» con palabras! Un besito
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RECURSO CREATIVO (Luis Landero)
“No se inventa impunemente; cuando inventas estás ahondando en ti. El proceso, en El castillo, sabemos que Kafka está inventando, pero también que está aludiendo de un modo enigmático, ambiguo, no explícito, a lo más profundo de su ser. Cuando uno miente, si la mentira es buena literariamente, siempre es verdadera. Conecta con algo profundo de tu ser. Es algo que has querido. Además, que te sale así; son los temas los que te eligen, son los temas los que eligen al escritor”.
El escritor es un mero lacayo de esa verdad, de la verdad que inventa. No mira por encima del hombro, no pisa sin antes observar qué hay bajo, no duerme si algo le atormenta, sea de aquí, o de allí. Se le podría considerar un enfermo de la vida, por pararse a sentir por donde todos cruzan de soslayo, no vaya a ser que se lleven una sorpresa. Sorpresas, al escritor también le gusta sorprenderse, de lo bueno y de lo malo, porque sabe que no todo es mágico. Le duele más, pero también vive con mayor pureza.
Nunca deberá sentirse solo porque habitan en él muchas personas. El escritor no escoge, le escogen, por eso es un sirviente, un sirviente de su propio ser. Nada ni nadie está libre del pecado del escritor, de su condena y su liberación.
El escritor se libera de sus fantasmas, de sus pesares, de sus traumas, pero también sufre una condena de por vida: En el interior del escritor dormita un duende, uno que despierta cuando siente un movimiento entre las entrañas, el corazón y la mente que no le dejan seguir su sueño. Por lo que no le queda más remedio que llamar al escritor. Cuando éste lo siente, una fuerza incontrolable le pide que escriba, si no lo hace el duende no podrá descansar, atormentándole hasta que lo haga y así poder seguir durmiendo.
El escritor es el Mago, el que puede convertir un amargo pesar en un arrepentimiento, un tiempo perdido en un tiempo encontrado, un oscuro trauma en un colectivo delirio. Puede presentarte a animales parlantes, princesas embrujadas o hidalgos locos. Todos ellos con algo en común: el alma del escritor, su esencia vertida, compartiendo los más preciado y repulsivo de su ser.
Porque la vida se repite, porque como al doctor Zhivago, el amor y la guerra trastocarán nuestras vidas, porque nos sentiremos extranjeros de nuestros pensamientos al descubrir lo absurda que puede resultar la vida o desearemos ser el retrato de ese artista adolescente y terminar en una calle de París con el sueño de ser escritor. Porque lo fundamental perdura, porque lo que cambia no son las preguntas ni las respuestas, silas manos de quien las escriben.
María.
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París.
Ella siempre había soñado con París, ahora por fin había ahorrado y estaría en Montmartre, todo un mes, en un apartamento alquilado aprendiendo francés. Llevaba un ligero pijama, casi de niña, y los pies descalzos. La tetera silbo y sintió el olor penetrante de la mezcla jengibre, la canela y el carca momo.
– El te ya esta listo.
Barcelona.
La mujer de unos cincuenta años, recorría el gran almacén, mirando las mercaderías; tenia una franquicia de delicatessen y buscaba un te especial. Estaba cansada no encontraba lo que quería.
Había varias muestras, cabrio una cagita y toco con las yemas de sus dedos los hilachos, y se lo llevo a la nariz.
Este es, es este.
En medio del indico.
El marinero, peruano hacia su ronda comprobando los amarres del gigantesco buque danes. No solo se había enrolado por el sueldo, que necesitaba sino por esto; el océano, el sol quemando su cara, el olor a agua salada. Imaginaba las mercancías de cada contenedor, quien las fabricaba, quien las consumiría, de donde eran, donde iban.
Ceilan.
La muchacha, una niña aun de 15 años, cargaba con unas correas sobre la frente un cesto casi mas grande que ella. Hoy no llovia, pero llovió ayer y lloverá mañana, sentía dentro de si el olor a tierra mojada. Casi no podía subir por las pendientes recogiendo las hojas ya maduras.
Había rumores, decían que el patrón pagaría menos de lo acordado. En el mercado de futuros de Chicano el precio del te estaba cayendo
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